El Intendente de Ushuaia encabezó el acto de descubrimiento del busto de Mario Luis Olezza, el vicecomodoro de la Fuerza Aérea que en 1965, acompañado por su tripulación, efectuó el primer vuelo transpolar en un Douglas C-47. “Antártida es una definición que transmite lo mejor del ser humano”, sostuvo Sciurano y pidió tener “la capacidad también de transmitirles a ellos (pioneros y actuales) lo que sentimos por lo que han hecho durante todos estos años”. Del acto participó el presidente de la Fundación Marambio, Juan Carlos Lujan y la hija del aviador antártico, Marta Olezza.
El intendente Federico Sciurano encabezó el acto de descubrimiento del busto del vicecomodoro Mario Luis Olezza que fue emplazado en el “Paseo de los Exploradores Antárticos” de la ciudad de Ushuaia. La ceremonia coincidió con el Día de la Antártida Argentina y con el 111° Aniversario de Presencia Ininterrumpida de nuestro país en el continente blanco.
El acto se realizó este domingo a las 12 horas donde Sciurano, junto a autoridades gubernamentales, y junto al presidente de la Fundación Marambio, Suboficial Mayor y Veterano de Guerra, doctor Juan Carlos Lujan, procedieron a descubrir el busto del máximo referente antártico de la Fuerza Aérea. En el acto también estuvo la hija del aviador antártico, Marta Olezza, entre otros.
La ceremonia coincidió con el Día de la Antártida y del 111° aniversario de presencia ininterrumpida de la Argentina en el Continente Blanco. El busto fue donado por la Fundación Marambio y la Municipalidad de Ushuaia destinó el espacio para que la figura de Olezza forme parte del paseo de los pioneros antárticos que la ciudad construyó para homenajearlos.
Sciurano: “La Antártida obliga a sacar lo mejor del ser humano”
Al momento de dirigirse a los presentes, Sciurano destacó “el valor y la entrega” de los pioneros antárticos y pidió también “reconocer a los que hoy están aquí vienen entregando tanto por nuestro país desde hace muchos años”.
“Antártida es una definición que transmite lo mejor del ser humano. Creo que la Antártida incluso ha logrado poder imponer en el planeta un nivel de discusión distinto al que se da sobre otros temas conflictivos”, señaló el Jefe Comunal.
Sciurano sostuvo que “la Antártida obliga a sacar lo mejor del ser humano porque es casi impensable desarrollar un vínculo con el continente antártico si las personas que se involucran directamente con eso, no están dispuestas a dar más allá de lo posible. Es el desafío de los propios límites. Es la capacidad que tiene el ser humano de ir un poco más allá y de asumir la valentía con planificación; y de pensar que siempre se puede más allá de la lógica y de lo que estamos acostumbrados”
El Intendente recordó que “hace unos años pensamos que era necesario que la ciudad tuviera un espacio directamente dirigido y relacionado con lo que fueron los expedicionarios antárticos. Que tuviéramos esa capacidad de darnos cuentas como sociedad y comunidad, de lo vinculado que estamos con un sector tan lejano y tan cercano a nosotros. Por eso pensamos en este paseo antártico. Por eso también es para nosotros un orgullo y un honor, poder tener a un vecino de nuestra ciudad como Giró, acompañando también este lugar y este espacio”.
El Intendente dijo imaginar lo que es para las familias de estos expedicionarios “entender la trascendencia que han tenido sus antecesores, al punto de estar hoy en el fin del mundo, destacando y agradeciendo a él (Olezza), y a tantos otros, que han hecho tanto por la Argentina”.
En ese sentido consideró que “a veces se nos pide tan poco a nosotros para poder defender a nuestro país y a nuestra soberanía, y somos incapaces de darlo. Y nos encontramos con ejemplos como el de hoy y los que están aquí en este lugar reconocidos por nuestra ciudad. Que han dado tanto y no han tenido límites para dar, asumiendo el desafío de ir a buscar lo incompresible y que han tenido la capacidad y la estrategia para poder alcanzar los objetivos”.
“No es menor lo que ha hecho la Argentina en la Antártida, y es una historia que no va desaparecer. Gracias a Dios ha habido un grupo de compatriotas que ha marcado un camino que el planeta y el mundo han seguido durante estos años porque han descubierto además el patrimonio que significa la Antártida”, destacó Sciurano.
Sciurano dijo que “es para nosotros, desde el lugar que circunstancialmente ocupamos, un orgullo y un placer poder compartir con todos ustedes, este espacio y este lugar, que no tiene ni más ni menos como objetivo, no solamente agradecer y reconocer a los que hoy ya no están, sino también agradecer a los que hoy están. Tenemos que tener la capacidad también de transmitirles a ellos lo que sentimos por lo que han hecho durante todos estos años. Así como el caso de Lujan y tantos otros que hoy están entre nosotros y que necesitan también, escuchar que la Argentina valora lo que han hecho por este país
“Caballero del aire, defensor del espacio aéreo antártico y precursor y artífice del vuelo transpolar”
Por su parte, el presidente de la Fundación Marambio, Suboficial Mayor y Veterano de Guerra, doctor Juan Carlos Lujan, brindó un emotivo discurso teniendo en cuenta que fue parte de la tripulación del vicecomodoro Olezza en una de las expediciones aéreas en la Antártida.
Lujan dijo desde un principio: “estoy muy emocionado porque hace dos años que veníamos trabajando para la concreción de esta ilusión y hoy la hemos cumplido”.
Mencionó que los integrantes de la fundación están viviendo “un momento lleno de satisfacción y emoción, porque esto fue una utopía que se hizo realidad. Para ello contamos con la colaboración de entidades y gente de buena voluntad que con su desinteresada colaboración hicieron que este proyecto se hiciera realidad”.
“En este Paseo emblemático para los exploradores antárticos, aquellos que defendieron pacíficamente la soberanía de nuestra patria blanca, hoy, en el día en que cumplimos 111 años de permanencia ininterrumpida de los argentinos en ella, se rinde este homenaje al referente antártico de mayor prestigio de la Fuerza Aérea Argentina”.
Lujan, quien compartió con Olezza misiones en el Continente Blanco en la década del 60, lo calificó de “caballero del aire, defensor del espacio aéreo antártico y precursor y artífice del vuelo transpolar. Él fue quien prácticamente impuso la actividad aérea en la Antártida. Primero programando y ejecutando planes de instrucción sobre el glacial Upsala de la provincia de Santa Cruz, entrenando a tripulaciones y asistencia al vuelo en operaciones aéreas en hielo y nieve. Además de ser el liceo preparatorio para la Antártida, significó un triunfo sobre la naturaleza adversa”.
El Presidente de la Fundación Marambio dijo que desde sus inicios Olezza “evidenció sobresalientes aptitudes para el vuelo y la vida castrense; actuando con arrojo, firmeza de carácter, claridad de propósitos, decisiones rápidas y sensibilidad muy particular de sus subordinados entre los que halló gran predicamento porque fue un ejemplo que transmitió su pasión por el quehacer antártico”
Lujan dijo que “lo que estoy diciendo no lo he leído, lo he vivido. Tuve la suerte de estar a sus órdenes en el año 1968 cuando abastecimos desde un témpano a la deriva, a la base Matienzo que estaba en emergencia severa. En el año 69, integrando la patrulla Soberanía, fundadora de la Base Marambio cuando él se desempeñaba como Comandante del Grupo Aéreo de actividades Antárticas en el Teatro de Operaciones solicitando y ejecutando la Operación Marambio”.
El Suboficial y Veterano de Guerra manifestó que con la culminación exitosa de esta operación, Olezza “cumplió su sueño de ver y utilizar en el continente antártico una pista de aterrizajes donde puedan operan aviones con tren de aterrizaje convencional, es decir con sus ruedas. Esta solo fue una de las tantas acciones que tuvo el vicecomodoro Olezza en la Antártida”.
Tras recordar que pasó a revistar en situación de retiro muy joven, “sin abandonar su pasión por el vuelo, se insertó en la prensa escrita y ocupó los cargos de Director de Radio Nacional y fue Presidente del Aeroclub Argentino” para luego mencionar que “escribió los libros, Lejos del Sol, Había una vez en la Antártida, el Valor al Miedo y el Ensayo Poder Espacial: Una cuarta fuerza, por el que recibió el Premio Pampero”.
Lujan dijo que Olezza “emprendió su último vuelo hacia la enternidad, el 3 de junio de 1977, al estrellarse contra una torre de alta tensión piloteando un Piper, matricula LV-LOG en Virreyes, cerca de Don Torcuato, en la provincia de Buenos Aires. Como una ironía del destino, el hombre que había conquistado la Antártida, terminó vencido por una capa de nubes a sesenta metros del piso y solo 1200 metros de visibilidad”.
Para concluir con su discurso, dijo que el aviador antártico “luchó con denuedo para afianzar a la Fuerza Aérea como una institución” y recordó que Olezza solía decir: “en la Paz para construir, en la guerra par a vencer o morir”.