El Secretario de Coordinación de Gabinete, Sergio Giadás, consideró que la violencia generada por el dirigente de SUTEF Horacio Catena, “traspasó un límite que no estamos dispuestos a tolerar. Llegar a una violencia física a la que se llegó hace suponer que no hay seguridad al momento de sentarnos a negociar. Tenemos que ponerle límites a aquellos que generan violencia”.
En ese sentido, reflexionó que “es peligroso para una sociedad si se acostumbra a que la violencia sea un medio de negociación, de reclamo, y que sirva para obtener lo que uno quiere. Todos los actores sociales tienen que sentirse vulnerados ante este hecho”, por ello consideró que “si no se pone un límite caemos en el riesgo de institucionalizarla, y este Gobierno ha dado muestras que está lejos de eso. Siempre se apostó al camino del dialogo y del consenso”.
Además, evaluó que “el hecho es grave y más aún las manifestaciones de los que tratan de justificar lo sucedido. Se acuñan conceptos como el de la criminalización de la protesta, donde pretenden que la sociedad interprete que los reclamos de derechos colectivos de cualquier naturaleza, sean justificados”.
A su vez, Giadás señaló que en las negociaciones, todas las entidades gremiales piden lo que ellos creen que es justo y razonable, el Gobierno explica cuáles son los motivos por los que no se puede acceder a un requerimiento de semejante naturaleza, y en esa negociación se llega a la máxima oferta, siendo del 28,3% a aplicarse en cuatro tramos acumulables.
Por ello, reiteró que “el Gobierno no va incurrir en lo que suelen hacer otros irresponsables, que por salir de la coyuntura, lo que hacen es hipotecar los recursos de la gestión venidera, cualquiera sea el color político. No se puede pretender, que a través de la violencia se cambie una decisión”.