| 1 de diciembre

El Municipio de Río Grande amplía su programa para la inclusión de personas en situación de calle

“Este programa tiene bases y ejes, que se ponen en marcha en ambos albergues, con distintas expectativas. En el albergue “Nueva Esperanza” se promueve que la persona tome conciencia de la situación por la que está atravesando, de su grado de salud deteriorada, del consumo problemático, para así poder empezar a caminar en la recuperación. En el nuevo albergue “Nueva Vida” la persona ya ha superado esto y se trabaja en la confianza por lograr una vida independiente, para poder enfrentar esa reali

“Este programa tiene bases y ejes, que se ponen en marcha en ambos albergues, con distintas expectativas. En el albergue  “Nueva Esperanza” se promueve que la persona tome conciencia de la situación por la que está atravesando, de su grado de salud deteriorada, del consumo problemático, para así poder empezar a caminar en la recuperación. En el nuevo albergue “Nueva Vida” la persona ya ha superado esto y se trabaja en la confianza por lograr una vida independiente, para poder enfrentar esa realidad de inserción social que había perdido en su condición de calle”, indicó la secretaria de Asuntos Sociales, Gabriela Castillo.
 
El Municipio de Río Grande amplía sus actividades en el trabajo con personas que se encontraban en situación de calle, en un trabajo coordinado a través de la Secretaría de Asuntos Sociales en el marco del Programa para la Inclusión de Personas en Situación de Calle.
 
Este programa surge de una clara política pública de Inclusión Social propuesta por la gestión del profesor Gustavo Melella, que ha diseñado con compromiso importantes mecanismos de intervención para acompañar no solo a la familia, sino también a aquellos que se encuentran en situación de calle.
 
Mediante dispositivos asistenciales abiertos, es decir que las personas por su propia voluntad son ingresados y permanecen, se acompaña a personas que por distintos factores sociales se encuentran viviendo en la calle, persiguiendo como objetivo principal la inclusión social exitosa de personas que, con marcada estigmatización y discriminación del grupo social.
 
Este programa se propone claramente como objetivos generales:
 
Promover la inclusión social de personas en situación de calle
Facilitar la reasunción de la autonomía personal
Estimular la reconstrucción de un proyecto de vida saludable
Este espacio de modalidad abierto exige como requisito ineludible el consentimiento informado de la persona que ingresa a dicho dispositivo, ya que no solo acepta la incorporación al programa, sino que consciente un modo de trabajo y tratamiento paliativo de su situación de salud, las decisiones en relación con su tratamiento, sus avances y los compromisos a asumir roles en la casa.
 
Hasta este momento el Programa contaba con una única etapa de intervención a través de las acciones que se desarrollan en el Albergue Integrador Nueva Esperanza, con una capacidad máxima de 20 personas y desde allí tomando contacto además con aquellos que aún viven en la calle.
 
Allí, con un equipo multidisciplinario, se trabaja desde una visión psicosocial, donde se inicia el camino de inclusión de estos vecinos con abordaje integral, donde se atiende la mejora física, las cobertura de necesidades básicas insatisfechas (techo, comida, salud), la satisfacción de la necesidad habitacional y el tratamiento que les permita salir del consumo problemático de alcohol y/o sustancias psicoactivas.
 
En esta primera etapa de socialización se fortalecen las capacidades de las personas, dando los primeros pasos en relación con la aceptación de normas de convivencia, responsabilidad sobre algunos aspectos de su vida, el trabajo colaborativo, cuidado personal, fomento de proactividad, restablecimiento de vínculos familiares  (cuando existieren), atención de la salud física y emocional, reconocimiento de la situación de consumo problemático de alcohol o sustancias psicoactivas.
 
Producto de la experiencia de trabajo en estos años en el Albergue Integrador el Intendente Melella propuso un nuevo espacio de trabajo para la Inclusión Social, para aquellas que próximas a su independencia del albergue recibirán acompañamiento en esta nueva institución de carácter intermedio, tipo medio camino, que se bautizó “Nueva Vida”.
 
Se constituyó así un nuevo dispositivo de sostén social para aquellas personas que han logrado fortalecerse en el dispositivo inicial, ha sido dado de alta en el tratamiento de consumo problemático, se encuentran en inserción laboral y estructuraron un proyecto de vida.
 
El acceso a esta etapa es producto de la evaluación integral de un equipo multidisciplinario y del consentimiento de la persona a enfrentar esta nueva etapa.
 
En este segundo proceso se promueve el acompañamiento con manejo de la libertad, reinserción laboral, responsabilidad de su propia vida con autonomía.
 
Es un dispositivo intermedio con acompañamiento de operadores y monitoreo a demanda por un tiempo acotado producto de evaluación.
 
La salida del programa se realiza una vez garantizadas las estrategias para poder llevar delante de manera autónoma el proyecto de vida construido.
 
De esta manera el Municipio desarrolla adelante una importante intervención para que vecinos de nuestra ciudad que se encuentran en situación de calle tengan una vida nueva con proyecto propio.
 
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