Recuperar el ambiente natural afectado por el incendio del año 2012 y contribuir a devolverle al paisaje natural su belleza es una política ambiental prioritaria para el Gobierno provincial, que se manifiesta en el trabajo de restauración de los bosques de la zona de Paso Beban y Bahía Torito. El Estado provincial dispuso soporte técnico y financiero para la reforestación del área afectada por el fuego, donde la reintroducción de especies nativas está contribuyendo a que el bosque regrese al lugar. La técnica utilizada se llama “repique directo” y consiste en trasplantar a los sitios afectados por el incendio ejemplares de lenga y guindo o chohiue de hasta 30 cm de alto aproximadamente, que se encuentran en el bosque en lugares llamados “bancos de plantas”.
El personal de la Dirección Provincial de Bosques de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, realiza un monitoreo y seguimiento de la evolución del proyecto de reforestación del bosque nativo destruido por el incendio en el año 2012; que se financia a través de la Ley de Bosques y es llevado adelante la Asociación de Guías de Montaña, con el nombre “Soy parte del Bosque Fueguino”.
Durante tres jornadas, personal de la Secretaría realizó trabajos de monitoreo de la primera plantación del proyecto, efectuando mediciones del crecimiento de los árboles y los brotes que se produjeron el último año, con el fin de recabar información técnica sobre la evolución de los árboles que permita optimizar la metodología de trabajo aplicada hasta el momento, como por ejemplo el método de plantación, los lugares más propicios para plantar lengas o guindos, y tamaño de los árboles que tuvieron más éxito, para así corregir los errores observados.
El monitoreo fue llevado adelante por ingenieros forestales de la Dirección de Conservación de Bosque Nativo, a cargo del Ingeniero Leonardo Collado. En los cinco años en los que se viene desarrollando el proyecto, se han plantado 67 mil árboles nativos, entre lengas y guindos, con un porcentaje de “prendimiento”, que está entre el 50 y 80 por ciento. Este valor varía principalmente en relación al sitio donde los árboles han sido plantados, si poseen más o menos humedad, el viento y diferencia de temperatura.
Estos porcentajes son ampliamente satisfactorios debido a que no hay experiencias similares en las que se haya aplicado la técnica llamada de “repique directo”, en sitios con las características que posee el área en la que se está trabajando y con personas voluntarias sin experiencia previa.
El personal de la Secretaría observó con sorpresa algunos fenómenos naturales en los que resurge la vida en medio de la destrucción que dejó el incendio, como el caso de árboles que han nacido de semillas que estaban debajo del suelo y que el fuego no quemó; la regeneración de plantas que se habían quemado y a partir de rebrotes vigorosos vuelven a la vida, y la gran cantidad de árboles trasplantados que poseen semillas.
En el caso del sotobosque, actualmente sobre la costa del lago Fagnano gran parte del suelo está comenzando a cubrirse con arbustos, matas y pastos, pero en zonas más altas y expuestas al viento esto aún no sucede. También aquí, la mayor parte del sotobosque se está recuperando con plantas que se encontraban en el lugar, especies “pioneras” que sobrevivieron debajo del suelo sin ser quemadas y se recuperaron. Algunas han brotado rápido el primer año y otras luego de dos años.
El sotobosque cumple una función vital en la regeneración del bosque, ya que brinda sombra, humedad y protección del viento a los nuevos árboles que buscan crecer. En líneas generales el sotobosque está resurgiendo con plantas de notro, chaura, el calafate, plantas arbustivas que volvieron a vivir y demuestra que la capa fértil se quemó solo superficialmente.