| 21 de mayo

Revistas Independientes: la hipocresía de papel

¿Me puede explicar alguno de estos señores en qué consiste una "dictadura de mercado"? ¿Es posible que exista gente con tan pocos escrúpulos como para usar la existencia de dictaduras para poder robarle unos milloncitos a los contribuyentes?

¿Me puede explicar alguno de estos señores en qué consiste una "dictadura de mercado"? ¿Es posible que exista gente con tan pocos escrúpulos como para usar la existencia de dictaduras para poder robarle unos milloncitos a los contribuyentes?

Publicaciones Independientes: Entre la hipocresía y el curro

Personalmente, me considero un ávido consumidor y partícipe de la cultura under. Desde que tengo memoria, gran parte de mi vida ha pasado entre cómics, revistas de hobbies, bandas que no salen en ninguna radio y libros raros. Con el devenir de Internet, mi horizonte se amplió: webs dedicadas a los mismos temas, blogs, foros, sitios de descargas, conocer nuevos autores y poder echarle un vistazo a su obra previo a comprarla.
Otros fenómenos acompañaron también el auge digital: publicaciones tradicionales intentando entregar más valor en los medios online, autores que pasaron de su blog independiente a tener su columna en un medio (y cobrar por lo que ya hacían gratis), así como también producciones independientes que llevaron a cabo campañas de fundraising para entregar más y mejor material a su público (el espectro va desde películas, hasta video blogs y obras de teatro).
Por todo esto es que encuentro entre triste y patético el proyecto de ley presentado por la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina.
Dicho proyecto, originalmente titulado “LEY DE PROMOCION DE LA PRODUCCIÓN INDEPENDIENTE Y AUTOGESTIVA DE COMUNICACIÒN CULTURAL POR MEDIOS GRÁFICOS Y DE INTERNET”, está basado, según el comunicado de prensa de AReCIA en que “La comunicación cultural independiente se sostiene sin patrón y con el objetivo de crear vínculos que fortalezcan una producción de la información fundamentalmente social y más democrática” y en “declarar de utilidad colectiva e interés nacional la producción autogestiva de comunicación cultural independiente por medios gráficos”. Además, desde AReCIA exclaman que “Somos muchos los que queremos que la comunicación vuelva a ser una herramienta de cambio social mientras nos ganamos la vida trabajando”.

Básicamente, esta ley consta de 4 partes:

1. a)  Declaración de “utilidad colectiva e interés nacional” a este sector, creando una autoridad de aplicación que decide quién pertenece y quién no.
1. b)  Otorgamiento de beneficios impositivos especiales a todos estos “emprendimientos”. A saber: exención de pago de IVA e Impuesto a las Ganancias, además de cualquier arancel aduanero de importación y exportación.
1. c)   Creación de un fideicomiso para otorgar subsidios y créditos que "no puede ser inferior al 20 por ciento del presupuesto de la publicidad oficial destinado a pautar en medios televisivos, radiales y gráficos."
1. d)  Compra de partidas de estas producciones por parte de los Ministerios de Cultura y Educación, para destinarlos a las bibliotecas escolares y públicas.

Sin Patrón, no más

Primero que nada, que estas publicaciones ya no podrán utilizar el slogan publicitario “Sin Patrón”, puesto que existirá una oficina pública que decidirá quién puede ser parte del grupo y quién no, al mismo tiempo que decide cuánto dinero recibe cada uno. Hasta ahí llegó esa “auto-gestión” de la que estaban tan orgullosos.

El interés ¿de quién?

¿Qué tienen en común Ceferino Namuncurá, la customización de motos, el cultivo de marihuana, Barcelona y el blog Orsai?
Todos quieren ser “de interés nacional”.
Es curioso que un estado en el que se boga por ser laico, esté por darle beneficios y presupuesto a una publicación dedicada a un beato católico. Casi tanto como que ese mismo estado que persigue a los que cultivan marihuana para vender (y tiene a miles encarcelados por delitos de tenencia de drogas), se dedique a subsidiar a una publicación donde personas que cultivan dicha planta comentan sus experiencias y know-how.
Cabe también preguntarse por qué debería ser de interés de todos los habitantes de un país una publicación como Barcelona, que se dedica, con su supuesto humor, a denostar una y otra vez a ciertos “sectores” o “estereotipos” de la sociedad. O por qué una viejita conservadora deberá pagar por una publicación sobre drogas. O un skater por una sobre motocicletas. O los férreos defensores de la “industria nacional”  una revista que se imprime en España.

En números

El “Fondo Nacional de Desarrollo para la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural Independiente” será de no menos del 20% de la publicidad oficial. Según el Boletín Oficial, la Jefatura de Gabinete destinó un total de 862 millones de pesos en 2012 para dicho rubro, lo cual, suponiendo que se mantenga una suma similar para el siguiente año, significa no menos de 172 millones de pesos para repartir en el área de las publicaciones independientes.
Según AReCIA, el sector publica un promedio de 350.000 ejemplares mensuales (4.200.000 anuales) entre sus 241 títulos. Haciendo un par de cuentas simples, llegamos a la conclusión de que los habitantes de la Argentina deberán pagar, a través de impuestos, un total de $40,95 por ejemplar de “publicación independiente” impreso. Al final, tan independientes no van a ser.

Revistas para todos

No conformes con los más de 40 pesos por ejemplar que recibirán, todas estas publicaciones podrán colocar un importante número de sus partidas en bibliotecas escolares y públicas. Esto será dispuesto por los funcionarios de turno, y no tenemos forma de saber a qué monto ascenderá la suma destinada.

Hipocresía descarada

En su gacetilla, AReCIA expresa “Pedimos la exención de cualquier clase de impuesto o arancel que encarezca el funcionamiento de las empresas de comunicación social”. Después de esta declaración, todos los miembros de la Asociación reconocen explícitamente que los impuestos y aranceles encarecen su producción. La honestidad intelectual requiere que, a partir de la misma, se infiera que impuestos y aranceles encarecen toda producción. Por lo tanto, espero que a partir de este momento, no leamos (contrariamente como hasta ahora) en ninguna de sus publicaciones sobre la obligación moral de pagar los impuestos, ni sobre lo bueno de dicho pago. Lo mismo con la importación de bienes y la defensa de la “industria nacional”.
Y, si para el estado, la cultura debe ser promovida mediante la exención impositiva ¿no sería bueno que dicha exención se aplicara también a, por ejemplo, los alimentos? ¿Es acaso más importante la cultura que la alimentación? ¿Puede absorber conocimiento alguien a quién no le alcanza el dinero para comer?

Ganarás el pan…

Toda persona es libre para dedicarse a lo que le gusta, a lo que le genera placer o a aquello para lo que tiene un talento natural. Pero para poder sustentarse con esa actividad, debe existir, sí o sí, alguien que esté dispuesto a pagar por eso. Tiene que ser algo que los demás necesiten o les genere algún tipo de valor, ya sea información, un servicio, un producto o, simplemente, entretenimiento.
Muchas de estas publicaciones, especialmente las de hobbies, se quejan de que no hay ninguna razón para que no exista una publicación nacional sobre el tema. Y que el público no debe resignarse a recibir viejas publicaciones internacionales. Olvidan, sin embargo, que es el mismo público el que cambió y que existe gran cantidad de material que se consigue gratis, con saber un mínimo de inglés. Y si son capaces de hacer una revista, deben ser sus lectores los que decidan si vale la pena o no, y si realmente están entregando un valor suficiente con la misma.
Bien entrado el siglo XXI y en la época de las telecomunicaciones, no encontrar un nicho suficiente de personas que quieran pagar por lo que se tiene para ofrecer, no es ni excusa ni justificación para no hacerlo de alguna forma alternativa. Si te gusta escribir, te abrís un blog. Si tenés un grupo teatral, te armás un sitio web y publicitás por internet o panfletos. Si tenés una buena idea para un show televisivo, es posible hacerlo con una cámara decente y un poco de ingenio.
La gran mayoría de la cultura under hoy, incluyendo las modas, se generan a través de la red. Nunca se sabe cuándo, cómo y por qué una idea se convierte en exitosa, o cuándo un hobbie se convierte en un oficio / profesión. Pero mientras no consigamos a nadie dispuesto a bancarnos por éstos talentos o pasiones, deberemos trabajar de algo por lo que alguien esté dispuestos a pagarnos.
 
Una más

La propuesta de AReCIA es la siguiente: "Alguien nos tiene que pagar para hacer lo que disfrutamos, y no nos importa si a ellos les gusta o no". Y no estamos hablando de dos pesitos. Con un mercado actual de 1.750.000 pesos mensuales (21 millones de pesos anuales), los que componen esta asociación, estarían recibiendo un mínimo de 172 millones de pesos anuales por parte del estado: 8 veces más que lo que producen.
Teniendo en cuenta el estado actual de la infraestructura del estado, donde los trenes no frenan y donde llueve mucho y se inundan ciudades enteras. Teniendo en cuenta que cada semana se conoce un nuevo funcionario público que pasó de mendigo a millonario trabajando en el estado. Teniendo en cuenta que nos enteramos cada día de licitaciones a medida, sobreprecios, personal y servicios innecesarios pagado con la recaudación. Teniendo en cuenta que revientan y se roban caja tras caja, no podemos más que darnos por enterados que de eso se trata: una caja sin fondo más para repartirle discrecionalmente a los que son parte de la banda, para castigar a los que están afuera y para enriquecerse con los retornos.
Se llenan la boca hablando de la autogestión, de su éxito en "nuevas formas de organización", cuando lo que en realidad son un grupúsculo de serviles buscando un amo del cual vivir y al cual chuparle las medias.
Como un detalle final, en los fundamentos de la ley, el primer párrafo reza: "Podríamos apelar a la historia para fundamentarla porque es claro que sin publicaciones independientes no hubiera habido voces que se alzaran contra las dictaduras militares ni de mercado." ¿Me puede explicar alguno de estos señores en qué consiste una "dictadura de mercado"? ¿Es posible que exista gente con tan pocos escrúpulos como para usar la existencia de dictaduras para poder robarle unos milloncitos a los contribuyentes? Evidentemente, es posible.

Fuentes:
– Gacetilla de prensa de AReCIA ( http://www.revistasculturales.org/).
– Proyecto "Ley de Promoción de la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural por Medios Gráficos y de Internet".
– Boletín Oficial.
 
Santiago Drangosch vive en Sidney, Australia, y es integrante del Partido Liberal Libertario.

Publicado en el sitio oficial del Partido Liberal Libertario: www.liberallibertario.org

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