Un e-mail con el falso remitente "Embajada Boliviana" ingresó a la bandeja de entrada de algunos empleados del Ministerio de Seguridad. Era un engaño. Un desprevenido hizo clic y dejó los datos necesarios para dar acceso a los hackers que después tomaron la cuenta de Twitter de la ministra Patricia Bullrich , según relataron fuentes oficiales.
Pero la intervención del cibercrimen se habría extendido: los hackers habrían ingresado a la cuenta de correo institucional de la ministra, de acuerdo a lo que divulgó una fuente oficial al matutino porteño La Nación. El hackeo, incluso, podría haber llegado también al e-mail que recibe las denuncias contra el narcotráfico.
Desde el Ministerio de Seguridad, en cambio, negaron formalmente dicha posibilidad y sostienen que la intervención se limitó a la cuenta de Twitter. Capturas de pantalla con datos sensibles, rumores y mucha información circuló ayer por redes sociales. El día después del hackeo fue pura confusión, ante la ausencia de información oficial sobre lo ocurrido. En ese contexto, Bullrich presentó ayer una denuncia penal por el episodio, que instruye el juez federal Sebastián Ramos junto a la fiscal Paloma Ochoa.
El mismo día que la cuenta de Twitter de Bullrich fue intervenida, una fuente, presuntamente cercana a los responsables del ataque, hizo circular por Twitter capturas de pantalla del correo electrónico oficial de la ministra, asegurando que habían tomado también control de esa cuenta. Lo mismo ocurrió con fotos que supuestamente fueron tomadas de la pantalla de una computadora en la que se ve la sensible bandeja de entrada de la cuenta
[email protected].
Ayer, el ministerio dijo primero que esas capturas eran falsas, pero luego circularon versiones de que ampliarían la denuncia penal del hackeo también a la cuenta de correo de Bullrich.
"El correo electrónico de la ministra Bullrich funciona normalmente", se limitaron a decir en Seguridad, aunque explicaron que la cuenta es sometida por estas horas a los controles que realizan especialistas en seguridad informática del ministerio y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, como todos los equipos de la ministra y sus colaboradores.
La cuenta de Bullrich fue hackeada el jueves durante más de una hora, en la que se enviaron unos nueve tuits con su número de celular, agravios y críticas a su gestión. "Hago de manera oficial mi renuncia como ministra de Seguridad", fue el primero de los tuits, aproximadamente a las 15.40, seguido de varios con insultos hacia la propia ministra y el Presidente. Una vez recuperada la cuenta, los mensajes fueron eliminados.
Cerca de la funcionaria sostienen que fue un error involuntario de un empleado que fue víctima de "phishing", un tipo de ataque que se basa enviar un correo electrónico de apariencia legítima, pero que contiene un link que conduce a un sitio malicioso. Ya pudieron comprobar -dijeron- que el ingreso a la cuenta de Twitter fue "remoto", es decir, a través de una computadora que estaba fuera del edificio del ministerio.
Dudan, sin embargo, quiénes pueden haber sido los autores del ataque. ¿Fueron hackers o fueron personas contratadas por el crimen organizado? "Metimos presos a todos los tuiteros que amenazaron al Presidente. Por ese lado puede venir", arriesgaron desde el entorno de la funcionaria.