Dicen que el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones. El largo camino del radicalismo en democracia parece un lento pero firme descenso a los infiernos, sólo que las buenas intenciones difícilmente se adviertan hoy día. El 30 de julio de 1983, la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical definía su plataforma electoral y proclamaba la fórmula presidencia compuesta por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez. 34 años después, Parque Norte es el escenario en el que una parte del centen
Dicen que el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones. El largo camino del radicalismo en democracia parece un lento pero firme descenso a los infiernos, sólo que las buenas intenciones difícilmente se adviertan hoy día. El 30 de julio de 1983, la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical definía su plataforma electoral y proclamaba la fórmula presidencia compuesta por Raúl Alfonsín y Víctor Martínez. 34 años después, Parque Norte es el escenario en el que una parte del centenario partido participa de la definición, no ya de una plataforma electoral, sino de la estrategia comunicacional y discursiva, no para proclamar candidatos propios, sino para acompañar un gobierno que circula a contramano de los carriles que históricamente la UCR recorrió.
La lucha por los derechos humanos mutó en el negacionismo cerril expresado por Juan José Gómez Centurión. La austeridad en la función pública, tan típica del radicalismo desde Yrigoyen hasta Alfonsín, pasando por Illía y Elpidio González, se transformó en una ostentación de gerentes de empresas multinacionales, con Juan José Aranguren generando intrincadas maniobras importadoras y exportadoras que beneficiarían a Shell; pasando por Mario Quintana y su Pegasus con Farmacity; hasta el clan de los Peña y Braun de los supermercados La Anónima y las millonarias hectáreas que poseen en la Patagonia. De socialdemocracia alfonsinista a marketing pretendidamente municipalista auspiciado por Sanz y Morales escondiendo deuda externa a cien años, pérdida de empleo y cierre de empresas. Es el camino que la UCR recorre y flaco homenaje hace en días en que se cumple el 121° aniversario del suicidio de Leandro Alem, el 51° aniversario del golpe de Estado contra Arturo Illía y el 84° aniversario del fallecimiento de Hipólito Yrigoyen. La biblia y el calefón. El agua y el aceite. El Parque Norte de Alfonsín y el Parque Norte de Macri.