Pintadas, destrozos en zócalos, canteros, luminarias, además de 15 efectivos policiales heridos y 31 manifestantes detenidos por intimidación pública, atentado y resistencia a la autoridad, fue el saldo de lo que se pensó como movilización pacífica en reclamo por la aparición de Santiago Maldonado.
Pintadas, destrozos en zócalos, canteros, luminarias, además de 15 efectivos policiales heridos y 31 manifestantes detenidos por intimidación pública, atentado y resistencia a la autoridad, fue el saldo de lo que se pensó como movilización pacífica en reclamo por la aparición de Santiago Maldonado.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de encapuchados tiró piedras contra el vallado que resguardaba la Casa Rosada y prendieron fuego los cestos de residuos situados en la Avenida de Mayo, lo que fue respondido por los efectivos de la Infantería de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con disparos de balas de goma para desalojarlos, gases lacrimógenos y camiones hidrantes.
Con la intervención un gran número de policías de civil se registraron varias detenciones, a partir de lo que se pudo observar por las imágenes de televisión que abarcaron desde la Catedral hasta el Congreso Nacional. Al día sábado, un total de treinta personas en cuatro comisarías continuaban detenidas. También se registraron una gran cantidad de heridos leves que fueron atendidos en hospitales porteños y en las ambulancias mismas.