Luego de su desafuero y detención, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, se negó a declarar y es trasladado desde los tribunales de Comodoro Py a la cárcel de Ezeiza. Ante la presencia de la prensa frente a los tribunales, los vidrios de la camioneta que lo traslada fueron cubiertos con papel metalizado para evitar que se tomen fotos o capturen videos del interior.
De Vido presentó un escrito ante el juez Luis Torres tras concluir la indagatoria a la que fue sometido en la causa en la que se lo investiga por irregularidades en la mina carbonífera de Río Turbio. Después de una hora, comenzó el traslado.
De Vido estará en el Hospital Penitenciario Central (HPC) del Complejo Penitenciario Federal (CPF), el penal más grande del país, al menos durante 48 horas. Allí será sometido a evaluaciones médicas. Luego se definirá si queda detenido allí o en el penal de Marcos Paz.
El debate en recinto acerca del desafuero terminó pasadas las 14 y se votó a favor del desafuero de De Vido. Fueron 176 votos afirmativos, ninguno negativo y una abstención, del diputado Juan Manuel Pereyra (Concertación Forja).
El desafuero había sido solicitado por los jueces federales Claudio Bonadio y Luis Rodríguez, que investigan al ex ministro del kirchnerismo por fraudes millonarios al Estado. Una vez revocadas sus inmunidades legislativas, De Vido quedó detenido y fue trasladado a Comodoro Py, donde brindó declaración indagatoria ante Bonadio.
Maximiliano Rusconi, su abogado defensor, calificó el procedimiento como un «caso paradigmático de violación del estado de derecho» y consideró que De Vido es victima de «una decisión política».
«Se trata de una profecía autocumplida. Es un escándalo», refirió el letrado, quien aseguró que el desafuero al ex ministro rompió «toda regla» porque es siempre es «aplicable después de (existir) una condena». «Esto es un desastre. Esta mal», concluyó el abogado en las puertas de los tribunales.