El Gobierno Nacional dejó sin efecto la licitación del 25% de las frecuencias de telefonía celular 3G y se las asignó a Arsat, que las explotará por cuenta propia o en alianzas. Es el espectro en el que tuvo que desinvertir Telefónica a partir de la fusión con Telecom, según anunció el ministro de Planificación Federal de la Nacional, Julio De Vido, que dijo que la medida apunta a evitar situaciones monopólicas.
En una exposición efectuada en el Ministerio de Economía de la Nación, De Vido informó que el Gobierno decidió anular la licitación del 25% de las frecuencias 3G a la que había convocado. Según explicó, solo uno de los cinco oferentes cumplía los requisitos. "Los argentinos estamos hartos de los monopolios", apuntó.
"Por eso se ha decidido dejar sin efecto el proceso de licitación y asignar esas frecuencias a ARSat", señaló el ministro. La compañía estatal, a la que De Vido elogió por cómo viene implementando el programa de Televisión Digital Terrestre y, parcialmente, el desarrollo de la red de fibra ótica, explotará las frecuencias 3G por cuenta propia o en alianza con terceros.
Según detalló, de cinco compañías que pretendían explotar esas frecuencias, la única que cumplía era Claro: Telecom Personal, explicó, quedaba afuera por problemas de posición dominante; Nextel, porque tenía indicadores económico financieros negativos –no en el país sino por la caída de su acción en la bolsa de valores de Nueva York-; el grupo Vila-Manzano, porque "no acreditaba la capacidad económica mínima necesaria"; y el grupo Roggio tampoco cumplía con los antecedentes.
De Vido dijo que, con estas frecuencias, Arsat tendrá el 17% del mercado 3G en el área 1 (noreste y noroeste); el 22% en el área 2 (que incluye la ciudad de Buenos Aires y toda el área metropolitana) y el 20,5% en el área 3 (Patagonia).