La presidente Cristina Fernández largó la campaña, y lo hizo apurando el aumento de la asignación por hijo, actos en el Gran Buenos Aires, modificando la composición de su gabinete y haciéndose cargo de la pelea que se disputará en la provincia de Buenos Aires, donde aun es una incógnita la candidatura de Alicia Kirchner. A simple vista, se detuvo la caída de la imagen presidencial, sobre todo en el Gran Buenos Aires, donde el aumento en la Asignación Universal por Hijo representa un motivo para mejorar la imagen, compensando así la caída que había sufrido en el interior de la Provincia.
A partir de este panorama congelado, la titular del Poder Ejecutivo comenzó a definir candidaturas junto a sus operadores, aunque la decisión clave –la candidatura en la provincia de Buenos Aires- sobre el futuro electoral, en las manos del electorado bonaerense, la dejará a último momento, en función del éxito en la búsqueda de un perfil que convenza.
De acuerdo a lo que informaron en distintos ámbitos, existen certezas sobre las candidaturas del actual ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, encabezando la lista de diputados en Chubut, donde corre hoy en desventaja respecto al ex gobernador Mario Das Neves, Miguel Ángel Pichetto, por su parte, buscará renovar una vez su banca de senador por Río Negro, aunque su compañera de boleta no será María José Bongiorno, castigada por su largo coqueteo con la oposición, dejando en su lugar la hasta hoy diputada Silvina García Larraburu, de Bariloche, en un guiño al municipio después de la expulsión del intendente Omar Goye. En Tierra del Fuego, la ultrakirchnerista Rosana Bertone será candidata a senadora, acompañado probablemente de Jorge Colazo si concretan exitosamente el acuerdo buscado.
Los distritos más grandes siguen siendo objeto de preocupación, puesto que no hay a la vista candidatos que aseguren per se la victoria: Carlos Zannini tiene a su cargo el armado de la provincia de Córdoba, donde la ex rectora de la Universidad Nacional, Carolina Scotto, tiene por el momento asegurado el cuarto puesto como visión plenamente optimista. En Santa Fe, y con encuestas que ubican mal al Frente para la Victoria, Cristina decidió correr a Agustín Rossi del centro de escena para llevarlo al Gabinete, cifrando sus esperanzas en convencer a María Eugenia Bielsa o a Jorge Obeid para competir con el socialismo y el Pro.
En Mendoza, la fractura de la Unión Cívica Radical (UCR), alimenta las esperanzas del kirchnerismo, que ve al centenario partido fragmentado con las candidaturas de Roberto Iglesias y Julio Cobos, siendo este último el postulante oficial del partido. Así, no habría dificultades en sumar una banca al “modelo nacional y popular”, a partir de la boleta encabezada por el intendente de Guaymallén, Alejandro Abraham.
En Capital Federal, después de buscar y buscar opciones, Daniel Filmus es el único que garantiza un piso de 20 puntos para intentar retener aunque sea la banca por la minoría en el Senado.
Quienes hablaron con la Presidenta en los últimos días la notaron con más dudas que certezas sobre la eventual candidatura de su cuñada en la Provincia. Entre ellos, sin embargo, hay quienes creen que al final Cristina no romperá con la tradición de más de dos décadas de poner a un Kirchner de candidato en cada elección. Otros apuestan, en cambio, a que Cristina podría sorprender con Florencio Randazzo, Sergio Berni, Martín Insaurralde o Juliana Di Tullio al frente de la boleta, aunque cada uno de esos nombres acarrearía un mensaje distinto, según detalla el matutino Clarín en su edición dominical.
La definición se estiraría, como es costumbre, hasta el filo del cierre de listas el 22 de junio. Mucho depende, aseguran, de lo que haga Sergio Massa. Si el intendente de Tigre decide enfrentar al kirchnerismo, crecen las chances de que la Presidenta preserve a su hermana y opte por una apuesta renovadora.