Por una holgada mayoría de 165 votos a favor, 4 negativos y sólo 2 abstenciones, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó y convirtió en ley la denominada paridad de género para la integración de las listas de candidatos legislativos en la jurisdicción nacional. De esta manera, las listas deberán tener, a partir de 2019, el 50 por ciento de candidatas mujeres. El proyecto ya había sido aprobado por el Senado y está en sintonía con una norma idéntica que ya rige en la provincia de Buenos Aires.
Victoria Donda, en la sesión, pidió apartarse del reglamento e incluir el dictamen que no estaba previsto en el temario de la sesión. A las 2 de la madrugada y con un Emilio Monzó y Mario Negri como principales espadas del oficialismo, que no salían de su asombro, alegaban que "Hay un temario acordado en Labor Parlamentaria y si no lo respetamos no podemos sesionar". Karina Banfi, correligionaria de Negri y visiblemente irritada, sostenía que "Estamos a favor de la paridad y hay compromiso de nuestras autoridades de discutirlo como corresponde. Queremos un debate, pero no vamos a permitir que nos vengan a manejar a las dos de la mañana la agenda. Respetamos los acuerdos políticos pero no somos un cachivache", sentenció.
No se hizo esperar la respuesta, qwue llegó de parte de Graciela Camaño, quien evocó la gesta femenina hace ya 26 años recordando "las 14 diputadas que paramos el presupuesto para aprobar la ley de cupo. Si no lo hacíamos, muchas no serían diputadas. Estamos aprovechando una oportunidad".
Si bien el dictamen por la paridad de género había contado con el aval de las diversas bancas, ningún parlamentario había mostrado preocupación alguna por incluir en el listado de asuntos. Por su parte, las diputadas radicales Carla Carrizo y Brenda Austin, en un sorprendente giro que dejaría descolocada a Banfi y la obligaría a replantear su postura, apoyaron el pedido de Camaño, dando lugar a la aprobación del apartamiento del reglamento que contó con 148 votos a favor y sólo 25 en contra. Negri, a estas instancias visiblemente confundido como lo delataba su rostro, interrogó sobre la posibilidad de solicitar un cuarto intermedio, rechazado por Camaño que le sugirió votar el proyecto y luego seguir. Con el llamado del titular de la Cámara, Monzó, a votar, las mujeres hicieron causa común y sancionaron con festejos al unísono esta iniciativa.