La comisión Bicameral Investigadora sobre la “Desaparición, Búsqueda y Operaciones de Rescate del ARA San Juan”, recibió nuevamente al ex Jefe de la Armada, Marcelo Srur, quien amplió su testimonio ante los legisladores como consecuencia de las versiones cruzadas que involucran a la cadena de mandos de la Fuerza. En su momento, las respuestas del almirante expusieron contradicciones dentro de la Armada sobre el estado en que estaba el submarino a la hora de zarpar de la base naval de Mar del Plata, el 25 de octubre de 2017. Srur era el jefe de la Armada cuando se perdió el rastro del submarino con 44 tripulantes a bordo, el 15 de noviembre de 2017. El almirante fue desplazado del cargo al mes de ocurrido el hecho, cuando el presidente Mauricio Macri y el ministro de Defensa, Oscar Aguad, pidieron su pase a retiro.
La semana pasada ante la Bicameral, Aguad volvió a apuntar contra Srur al señalar que “demoró” en brindarle los detalles sobre la gravedad de la situación en las horas posteriores a la desaparición del submarino, tras producirse el último contacto con la nave. En la reunión, Srur prefirió no exponer y se sometió directamente a las preguntas de los legisladores. “Como siempre estuve a derecho, en ningún momento quise aparecer en los medios, en virtud de que la justicia tiene la documentación que corresponde y ya me he presentado frente a esta Comisión”, aclaró en el inicio.
En primer lugar, la diputada Nilda Garré (FPV-PJ) le adjudicó al ex Jefe de la Armada una “falta de conducción grave” por no recibir la información en tiempo y forma, además lo acusó de “no estar en Argentina al momento del hecho” y de no haber leído “minuciosamente el informe del comandante del submarino Fernández”. En su defensa, Srur volvió a criticar el accionar del contraalmirante López Mazzeo, ex comandante de adiestramiento y alistamiento de la Armada, al asegurar que “cometió el error de irse con el Jefe de Operaciones, en un situación totalmente anómala”.
“Me llama la atención que todo haya resultado tan caótico y poco lógico en lo que correspondería en una cadena de mando coherente”, insistió Garré.
Al respecto, Srur sostuvo que “debería explicar López Mazzeo porqué no hizo oficializar que la marina de Estados Unidos le informe al Jefe del Estado Mayor de la Armada Argentina y se manejó directamente él con ellos, siendo una falta ética clara”, sentenció.
En otro orden, el Almirante ratificó la idea de que “el submarino estaba apto para navegar pero no para operar solo en la lejanía, menos aún en zona de pesqueros”, argumentando en base a la información previa que contaba, suministrada por el comandante Fernández.
El diputado Guillermo Carmona, también desde el bloque FPV-PJ, consideró “difícil de creer” el hecho de que Srur no haya solicitado un detalle de las circunstancias de las últimas 72 horas del submarino. “Mi preocupación era encontrar la nave y todos los informes quedaban en otro plano”, justificó el ex Jefe de la Armada.
El diputado Pedro Miranda, del bloque Justicialista, quiso saber sobre el origen y la instrucción de un sumario respecto a una falta gravísima. “No es un sumario, es una información disciplinaria, habla de faltas gravísimas, eso me lo ordena el ministro de Defensa”, respondió Srur.
Previamente la Bicameral recibió también a Benito Fuks, directivo de la empresa Service Instrument S.A., la cual se dedica a prestar servicios en el área de seguridad industrial.
Fuks brindó detalles de los distintos equipos -por ejemplo detectores de gases- los cuales median la peligrosidad en aire en el ambiente confinado del submarino. A través de la compañía alemana Dräger, la empresa Service Instrument S.A le recomendó y proveyó estos equipos a la Armada.
“El ARA San Juan fue el primer buque para el que la Armada había solicitado hacer una renovación tecnológica de su equipamiento para la detección de tres contaminantes: el hidrógeno, el cual es explosivo; el dióxido de carbono y el oxígeno”, explicó Fuks.
El directivo de la empresa Service Instrument S.A. continuó: “Nuestra relación con el submarino termina cuando recibimos un mail del capitán de Fragata, Adrián Colela, informándonos que los equipos en navegación funcionaban correctamente. Es decir, la Armada estaba conforme con el funcionamiento del equipamiento”.
Luego detalló que en septiembre de 2016 desde la Armada solicitaron un presupuesto técnico por el mantenimiento y calibración de los equipos, con la provisión de los repuestos necesarios. “En octubre de ese año recibimos la adjudicación; y en junio de 2017 quedó realizada la calibración de los mismos”, especificó.
Al ser consultado por qué se instaló un equipo en un lugar donde era susceptible de que se moje o incendie, ambos hechos que terminaron sucediendo en la nave, Fuks señaló que “donde se colocaron los equipos fue una decisión tomada por la Armada junto a la empresa alemana”.
Por último, afirmó que cuando “suceden siniestros como los ocurridos con el submarino en la navegación de julio de 2017, nos vuelven a convocar para realizar los reajustes necesarios, situación que nunca pasó ni tampoco nos informaron de dicho siniestro”, subrayó el directivo de la empresa.
Al principio de la reunión, los legisladores de la Bicameral presidida por el senador José Ojeda, aprobaron volver a citar para febrero, o principios de marzo de 2019, al capitán de Navío, Claudio Villamid, comandante de la fuerza de submarinos, quien ya expuso el 26 de junio pasado.