Integrantes de la organización no gubernamental Asociación Civil Conservación de Península Mitre llevan adelante acciones concretas para preservar el patrimonio natural y cultural de la región. “Es imprescindible la ley de creación del Área Protegida y regularizar su protección con una presencia del estado provincial activa”, reclaman a días de la próxima sesión de la Legislatura Provincial y a la espera de que el cuerpo de parlamentarios fueguinos apruebe la ley de creación. Si bien el compromiso de sancionar la ley de creación del Área Protegida Península Mitre en la última sesión legislativa de 2018 fue incumplido, las ONGs de Tierra del Fuego que impulsan el proyecto no bajan los brazos, en particular una de ellas, la Asociación Civil Conservación de Península Mitre (ACCPM), la cual lleva como estandarte la preservación de la región desde el año 2003. Debido a la ausencia del Estado, esta organización ha tomado en sus manos la responsabilidad de llevar adelante las acciones mínimas para preservar el patrimonio cultural y natural del territorio que se pretende proteger.
En estos tiempos en que Península Mitre está en boca de todo el mundo y no son pocas las personas que exigen a la Legislatura y al Gobierno su protección, los integrantes de ACCPM han decidido implementar una seria de acciones concretas como restauración de infraestructura y sitios históricos y la instalación de cartelería informativa tendiente a crear conciencia sobre la importancia del territorio.
“Península Mitre necesita ser protegida. Desde nuestra organización, con mucho esfuerzo logístico y de recursos, realizamos campañas de limpieza, organizamos las áreas de acampe y mantenemos y refaccionamos los refugios. Es imprescindible la ley de creación del Área Protegida y regularizar su protección con una presencia del estado provincial activa” reza un posteo reciente en la página de Facebook de la asociación donde comunican las acciones que vienen llevando adelante. La campaña no solo persigue el objetivo de conservar el patrimonio si no también el de llamar la atención a la sociedad sobre la importancia del lugar y el peligro al que se halla expuesto.
La asociación trabajó durante todo el 2018, no solo participando de la elaboración del proyecto de ley junto a otras ONGs locales como Asociación Manekenk y Asociación Bahía Encerrada, sino también llevando adelante acciones con el fin de vincular a la comunidad a través de la difusión de los valores de la península en medios de comunicación y producciones audiovisuales. A finales del año pasado la ONG organizó una actividad denominada “Semana de Península Mitre” consistente en un ciclo de charlas y exposiciones con el fin de informar a la comunidad.
Este año, durante toda la temporada alta, la ONG se concentró en acciones directas en un intento por suplir la presencia del Estado como salvaguarda del patrimonio. Se llevaron adelante grandes campañas de limpieza en la zona de los refugios, (con la intrincada logística que implican las características alejadas y hostiles de la zona), retirando importantes volúmenes de botellas y residuos plásticos.
Con mucho esfuerzo logístico y de inversión, se recuperaron y refaccionaron los refugios La Chaira, Río Bueno y Policarpo. Con este mismo espíritu de acciones concretas que eviten el impacto de los visitantes, se colocó cartelería informativa referente a la zona, (fueron realizados bajo normas de señalética universal para áreas protegidas), en lugares de paso obligado y de importancia como es el acceso norte en la zona Yrigoyen, en la zona del naufragio "Duquesa de Albania", en el Sitio Histórico Nacional “Caleta Falsa", y en la antigua sub prefectura Bahía Tethis.
Este tipo de acciones son solo la base de lo necesario para garantizar la efectiva protección de Península Mitre. Una vez sancionada la ley, se podría avanzar en la elaboración e implementación de un plan de manejo que permita resguardar el patrimonio de la región, regulando las actividades y el uso que se dé a sus recursos con un marco legal normativo. Actualmente Península Mitre se encuentra en un gran estado de vulnerabilidad y solo las acciones de unos pocos voluntarios evitan mayores daños. La creación del Área Protegida Península Mitre es una deuda pendiente que no puede esperar más tiempo para ser saldada.