Equivale a un ritmo anualizado de 27,3%, moderadamente superior a la denominada inflación Congreso. En los primeros siete meses del año fue de 9,91% y en un año 21 por ciento.
Según la Dirección General de Estadística y Censos de la provincia, el aumento de los precios al consumidor fue de casi el doble de la medida por el Gobierno nacional para la región metropolitana para igual período.
En el caso de la provincia austral la escalada del índice general de precios estuvo impulsada por el rubro "alimentos y bebidas", que subió 4,26%, en contraste con el cálculo del Indec para el área metropolitana, cuya suba fue liderada por los precios de los servicios del turismo.
El actual es el segundo informe que se elabora sobre la base de la nueva modalidad de brindar el promedio entre las dos ciudades más importantes de la provincia, Ushuaia y Río Grande.
El rubro transporte y comunicaciones, con 3,31% fue otro de los que más impactó en el índice general de precios minoristas.
En el otro extremo, los precios de los productos de indumentaria y calzado registraron deflación del uno por ciento.
Otros rubros medidos arrojaron la siguiente variación en el séptimo mes del año: vivienda, agua y energía 0,08%; equipamiento y mantenimiento del hogar 2,86%; salud 0,31%; esparcimiento 1,08%; enseñanza 0,01% y bienes y servicios varios 1,71 por ciento.
Umbrales de indigencia y pobreza
En lo que hace a la medición del costo de la canasta básica alimentaria para una familia tipo (dos adultos y dos menores) se ubicó en $2.599, De ahí que quien no pudo reunir ese mínimo de ingreso mensual fue considerado indigente.
Mientras que la canasta básica total, que incorpora los servicios esenciales para una familia tipo alcanzó a $9.526, constituyéndose en el umbral de pobreza..
En ambos casos la suba intermensual fue del 2,58% y del 19,34 respecto de julio de 2012.