La Secretaría de Pesca de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, comunicó que se encuentra operativa la primera planta de procesamiento de Almanza. Al respecto, el secretario de Pesca, Carlos Cantú, aseguró que este logro se debe “al esfuerzo del productor de muchos años, ha invertido mucho trabajo para llegar a esos resultados, para que el SENASA lo apruebe y puedan sacar su mercadería con las certificaciones que corresponden para que tengan tránsito federal y pueda ser comercializada en todo el territorio de Argentina”.
A su vez, Cantú comentó que “la Secretaría generó y renovó los contactos con los productores, es un esfuerzo en conjunto aunque obviamente el productor es quien ha logrado este hecho significativo” y continuó “es algo que hace muchos años que se estaba buscando, ya hace tiempo que están otorgados los espejos de agua para el cultivo de los mejillones”.
Por su parte, el subsecretario de Pesca, Diego Marzioni, aseguró que se retomaron los controles de moluscos en Puerto Almanza luego del levantamiento de la veda por toxinas en moluscos bivalvos.
En ese sentido afirmó que “la línea de trabajo desde la Secretaría es avanzar por etapas y sectores dentro de la pesca, siendo el primer paso, atender las necesidades de la pesca artesanal de moluscos, cholga y mejillón, porque de esta actividad dependen una serie de productores artesanales que viven exclusivamente de lo que capturan, es decir, de la recolección en las costas”.
“Esta presencia que intentamos establecer, se genera con los muestreos semanales para mantener la calidad sanitaria de la mercadería. Además, para los pescadores resulta muy beneficioso el despacho de la carga en origen, en Puerto Almanza, donde se le precintan sus bolsas y se les extiende una constancia de Libre de Marea Roja, respaldada por el laboratorio de Toxinas Marinas, conjuntamente con la Guía de Tránsito para poder circular, evitando que el productor tenga que venir hasta Ushuaia, y analizar individualmente cada lote de moluscos” explicó.
Asimismo, Marzioni destacó que “dicha simplificación les ha generado a ellos un ahorro de tiempo y costos, manteniendo a la vez la seguridad sanitaria del producto, que está garantizada por el muestreo semanal que realiza el personal de Fiscalización Pesquera y los análisis del Laboratorio de Toxinas Marinas”.