Dicen que quien puede más, puede lo menos. La excepción que confirma la regla es el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, que mientras "sacaba chapa" en Buenos Aires ante el Gobierno nacional y se adjudicaba obras gestionadas por el Gobierno provincial (como la terminal de ómnibus acordada entre Gabriela Castillo y el ministro de Transporte, Mario Meoni), promovía un recambio en la presidencia del Concejo Deliberante, bajando a Juan Carlos Pino y respaldando a Laura Avila.
Este recambio no era más que la continuidad de las últimas decisiones que afectaron a Pino, quien no obtuvo ningún cargo en la elección del Partido Justicialista (PJ) y el propio jefe de Gabinete, el eterno Mario Daniele, le dijo que dejara de hablar "pavadas" cuando el edil afirmó que el Municipio "ahoga" financieramente al cuerpo que preside, el mismo cuerpo que ahora le garantiza el apoyo por un año más.
Si bien Pino fue ratificado por unanimidad para el período legislativo 2021, junto a Juan Manuel Romano de FORJA y Ricardo Garramuño del Movimiento Popular Fueguino (MoPoF), para las vicepresidencias primera y segunda, respectivamente; no era la idea original para la que operaban funcionarios del Municipio, de acuerdo a rumores de pasillo que no tuvieron inconveniente en hacerse oír. Mientras Vuoto se encontraba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires adjudicándose por gacetilla oficial obras que gestionaba la titular de la cartera de Obras Públicas, Gabriela Castillo, junto al ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, en relación a la construcción de una terminal de ómnibus en Ushuaia y la ampliación del muelle comercial; el mandatario aparentemente habría demorado su regreso a Ushuaia con la ilusión de frustrar la continuidad de Pino al frente del Concejo, dado que este último está a cargo de la intendencia. Con este panorama, los votos quedarían empatados y no dudaba en contar con alguna mano alzada que pudiera relegar aún más los designios de Pino. No fue lo que sucedió y no sólo las aspiraciones de Vuoto quedaron frustradas: también la posibilidad de contar con un alfil propio como la concejal Avila, esposa del senador Matías Rodríguez.
Romano, Pino, Garramuño y la denunciada penalmente por retención de haberes de sus empleados, Mariana Oviedo (de quien algunos sostienen que Vuoto esperaba contar con su voto para concretas sus apetencias), votaron por la continuidad de las autoridades del período legislativo que está finalizando.
¿Estaremos ante un nuevo equilibrio de poder en el ámbito legislativo con Pino, Oviedo, Romano y Garramuño, de un lado, para mostrar quién tiene las riendas del Concejo? ¿Cómo influirá esta ratificación en el seno del Ejecutivo Municipal en el que Vuoto pretende mostrar una tropa alineada pero no puede imponer una figura propia en el Concejo capitalino?