En un año signado por la pandemia y las restricciones a la producción, las estadísticas dadas a conocer por la Secretaría de Industria y Promoción Económica muestran que el empleo industrial creció un 22%, si se lo compara con el promedio de 2019.
Si bien este crecimiento significó la incorporación de 1.917 nuevos trabajadores, no todo responde a una creación genuina de empleo, ya que una parte ha respondido a las necesidades que planteó la coyuntura sanitaria.
Al respecto, el secretario de Industria y Promoción Económica, Juan Ignacio García aseguró que “los factores que explican el importante crecimiento en el empleo en un año tan especial son varios. Por un lado, el punto de partida, es un año realmente malo, como fue 2019. En segundo lugar, durante 2020 las empresas tuvieron que afrontar duplicaciones de puestos, para reemplazar a la población de riesgo, e incrementar el número de empleados para cumplir con los requerimientos de producción en turnos reducidos, durante buena parte del año. Finalmente, en el segundo semestre del año comenzó a producirse una rápida recuperación de la actividad industrial, lo que sí configura un escenario que permite mirar el futuro con cierto optimismo”.
El informe muestra que el mes de abril de 2020, fue el peor de toda la serie, donde el nivel de empleo industrial tocó el piso de 7.552 puestos de trabajo y que a partir de ese momento los indicadores comenzaron a transitar un proceso de crecimiento que se mantuvo hasta el mes de noviembre.
El sector que mayor crecimiento mostró fue el de la industria electrónica que alcanzó un pico de 9.949 puestos de trabajo en el mes de noviembre de 2020, momento en que la campaña de aire acondicionado habitualmente se encuentra en pleno auge.
Los otros sectores que mostraron un comportamiento positivo fueron el sector de confecciones, seguido por el sector pesquero, cuyo nivel de empleo que creció un 8% y 5% respectivamente.
En cuanto a la producción, a pesar de que se perdieron casi dos meses de trabajo y se mantuvieron fuertes restricciones en la cantidad de personal y en las jornadas laborales, tanto la producción de televisores como de línea blanca tuvieron importantes crecimientos respecto a 2019, con volúmenes que superaron en 21% y el 11% respectivamente el desempeño de un año atrás. Por su parte, la producción de celulares cayó un 11%, apenas superando los 6,3 millones de equipos en todo el año.
García reconoció que para mantener y mejorar estos indicadores “va a ser muy importante el esfuerzo que hagan las empresas por minimizar el traslado a precios de impuestos internos y recomponer márgenes de rentabilidad de manera progresiva, para que los aumentos de precios no ahoguen una demanda que todavía se encuentra en niveles relativamente bajos, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo que viene sufriendo el salario real. Seguimos necesitando un esfuerzo importante de todos los sectores para poder salir adelante y lograr un crecimiento sostenible del empleo”.