Por decreto del Primer Triunvirato Patrio del 18 de mayo de 1812, se estasbleció que sea Escarapela Nacional aquella que tenía los colores blanco y azul celeste. Si bien existen distintas versiones en torno al origen de uno de los símbolos patrios, sí goza de gran consenso aquella que contiene como antecedente la solicitud de Manuel Belgrano el 13 de febrero de 1812 para que el distintivo posea los colores citados, en pos de la necesidad de uniformar a los defensores de la causa patriótica, que hasta entonces utilizaban variadas distinciones.
No menos relevante es aquella versión que sostiene que los colores provienen de los colores de los Borbones, cuyo rey, Fernando VII, había sido apresado al momento de la Revolución de Mayo de 1810 a causa de la invasión de Napoleón Bonaparte y la coronación en España de su hermano, José, también conocido como "Pepe Botella" por su conocida afición a las botellas de alcohol.
Es a partir de 1935, cuando el entonces Consejo Nacional de Educación oficializa la efeméride, tal cual llega a nuestros días.