Los empresarios argentinos cambiaron el malhumor crónico del primer trimestre por una moderada expectativa de oxigenación política para después de los comicios de octubre. Envalentonados por el revés electoral del oficialismo en las PASO, ya descartaron el escenario de “profundización del populismo” como lo había definido públicamente el diputado Roberto Feletti, justo antes de la llegada del control de cambios dos años atrás.
También entusiasmó a los hombres de negocios la convocatoria al diálogo social que lanzó la presidenta Cristina Kirchner tras la amarga sorpresa de hace dos domingos. Todos siguen igual con el pie en el freno a la hora de las inversiones nuevas, en un contexto macroeconómico incierto para lo que resta del año y con una industria que -a excepción del complejo automotor- sigue estancada.
El lunes próximo, el Día de la Industria volverá a poner en escena las quejas de los industriales pymes por la pérdida de competitividad. El titular de la UIA, Héctor Méndez, que picó en punta al desafiar públicamente a la Presidenta a “hacer correcciones o seguir perdiendo votos”, insistirá en esa celebración con un informe difundido ayer que muestra que los costos fabriles subieron el año pasado un 22,7%, el doble de lo que aumentaron sus precios.
El salto al massismo de su antiguo jefe José De Mendiguren dejó al Gobierno sin su aliado histórico en la central fabril y lo obligó a recostarse aún más sobre el puñado de entidades que alimenta el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. De ese sector, encarnado por Íder Peretti de la CGE, Osvaldo Cornidede la CAME y Yolanda Durán de la cámara de autoservicios chinos CEDEAPSA, provendrá la última buena noticia a la que apuesta el kirchnerismo para insuflar algo de épica industrialista a la campaña. Será el 17 de octubre, el Día de la Lealtad Peronista, cuando Cristina Kirchner reinaugure en Avellaneda la fábrica de heladeras SIAM, donde el empresario Rubén Cherñajovsky invirtió u$s 100 millones para crear unos 1.000 empleos y volver a fabricar heladeras que se venderán en el mercado interno. A cambio, Moreno le habilitó a su firma -Newsan- la importación de heladeras turcas de alta gama que ya se ofrecen en las casas de electrodomésticos. Lo hizo sin saber que en pocos días se estrenará “Back to the SIAM”, una parodia cinematográfica de “Volver al Futuro” protagonizada por Leonardo Sbaraglia.
La planta de SIAM es todo un emblema: de ella salieron las heladeras para dos generaciones de argentinos y allí se fabricó también la “siambretta” que usó Juan Perón en los años '40 y que la militancia recuerda como la “Pochoneta”. Pero Newsan es un socio caro para el Gobierno. Su mayor negocio es el ensamblado de electrónicos en Tierra del Fuego, provincia que este año tendrá un déficit comercial del orden de los u$s 7.500 millones (50% más que en 2012), pese a haber recibido exenciones impositivas por $10.500 en el último ejercicio.
Según los economistas Lucio Castro y Eduardo Levy Yeyati, del CIPPEC, ese costo no incluye los sobreprecios de hasta el 100% que pagan los consumidores por la protección aduanera a la isla, donde sólo trabajan 13.000 obreros industriales, apenas el 0,5% del total nacional. Para el Gobierno, la variable clave a proteger es el empleo. Así lo transmitió el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, a una delegación de trabajadores de LAN que recibió el lunes último con el mayor de los sigilos. “No va a haber medidas intempestivas. Esto es una negociación”, les dijo a los empleados, inquietos por los 3.000 puestos que la empresa chilena advirtió que estaban en riesgo por la intención oficial de quitarle un hangar en Aeroparque.
La profecía ministerial se cumplió ayer, cuando el principal accionista de LAN,Ignacio Cueto, se vio cara a cara con Axel Kicillof en una cita que el viceministro definió como “cordial”. Aunque el desempleo se mantiene a raya, las pymes dejaron de crear nuevos puestos. Especialmente las industriales. Según un estudio publicado ayer por el Observatorio Pyme de la UIA y la Universidad de Bologna, el nivel de ocupación en los establecimientos más chicos cayó un 0,6% en el segundo trimestre contra el primero, considerado unánimemente como el peor del año hasta ahora. Es un reflejo de una actividad amesetada: sus ventas cayeron un 4,1% en volumen en la primera mitad del año. El bajón también se palpa en la industria en general si se quita de la estadística al complejo automotor.
La apuesta hasta octubre será, una vez más, fogonear el consumo. Empezó, tal como anticipó BAE Negocios, por un alivio del impuesto a las Ganancias que empezó a estudiarse apenas se conocieron los resultados adversos de las PASO. Seguirá en los próximos días por una readecuación de las escalas de autónomos y del monotributo, régimen del cual se “cayeron miles de contribuyentes en los últimos meses por la inflación, que los obligó a pasar al sistema general de IVA y Ganancias y perder en el medio hasta un 20% de sus ingresos. Para después de las elecciones, los hombres de negocios tienen la mirada fija en la inflación y el déficit energético. Temen también que Brasil rompa el Mercosur cerrando una negociación individual con la Unión Europea.
Para ese riesgo, Moreno también tiene una receta: volcarse a la Alianza del Pacífico. En las empresas lo creen políticamente inviable y económicamente inconveniente, dada la apertura indiscriminada de esos países a la temible avalancha de productos asiáticos baratos. Su relativa calma es porque confían en que la Presidenta archivará la idea y contendrá al secretario que empezaron a atacar todos los opositores al unísono con los popes del establishment, a excepción de Peretti, Cornide, Durán y Cherñajovsky.
Fuente: Tiempo Argentino