El psicólogo Juan Lafata consideró que es justamente la situación que se da en el caso del matrimonio de Tierra del Fuego que está en la tramitación final para la adopción de dos hermanitos huérfanos de Puerto Iguazú. Pero hizo notar que “entro en decidida discrepancia cuando hablamos de la adopción que hable de incluir a un tercero sin adoptarlo, porque ese niño tiene derecho a tener un padre y una madre, esto está incluido en la especie humana y si introduzco una variante estoy haciendo una suerte de experimentación”.
Lafata dijo que “mi posición está basada en 40 años de lecturas de psicología, del niños, del adolescente. En primer lugar como psicólogo me parece un reconocimiento de derechos, la pareja igualitaria, la unión civil gay. Es la legítima consolidación de derechos de dos adultos que deciden vivir juntos, compartir la obra social, la herencia, los seguros, las propiedades”.
Pero cuando se trata de la adopción de un niño dijo admitirla como en el mencionado caso en el que entendió el Juzgado de Iguazú, porque el pequeño fue consultado y no había quienes quisieran adoptarlo, es decir por una cuestión excepcional. “No veo en cambio que se deba obligar a un niño a una situación de adopción de este tipo, porque después ese niño deberá ser tratado para que acepte esa situación distinta”, comentó.
Lafata agregó que “dar en adopción sin consultar al niño me parece entonces un experimento de dudoso resultado. Lo mío es una opinión sujeta a debate, pero creo que las asociaciones civiles y organizaciones de defensa de los niños deberían estar debatiendo esta cuestión”.
En lo atienen al matrimonio de Tierra del Fuego manifestó que “todo lo que he leído del caso me parece contemplable la decisión adoptada por la Justicia”.