El doctor Christopher Anderson, profesor del Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales (ICPA) de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) e investigador del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) participó entre el 24 y 28 de junio en Panamá de la Reunión Plenaria del Foro Belmont y la Conferencia de las Partes número 31 (COP31) del Instituto Interamericano de Cambio Global (IAI) en representación del Informe de los Múltiples Valores de la Naturaleza, realizado entre 2018-2022 por parte de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES).
Cabe señalar que el Foro Belmont reúne 29 agencias globales de financiamiento de la ciencia, incluyendo el Ministerio de Ciencia de la Argentina, y por su parte el IAI es una organización multilateral entre 17 países americanos. El objetivo de ambas iniciativas es coordinar los esfuerzos internacionales en materia de conservación y sostenibilidad.
La invitación al doctor Anderson, en su calidad de Autor Principal y Coordinador de Capítulo en el Informe de Valores, fue para incorporar los resultados de dicha evaluación en las futuras políticas de ciencia tanto al nivel regional como global. Según Anderson, “nuestro informe resalta la necesidad de reconocer, evaluar y tomar en cuenta un amplio abanico de valores de la naturaleza y demostramos que actualmente las decisiones políticas y económicas priorizan un subconjunto de estos valores, particularmente aquellos relacionados con el mercado y mediciones monetarias. No obstante, la ‘buena noticia’ es que hay un reconocimiento local, nacional, regional y global que es necesario tener procesos más participativos e inclusivos para incorporar una pluralidad de valores.
Por ejemplo, el Acuerdo Escazú para América Latina y el Marco Global de Biodiversidad aprobado en Montreal, Canadá, el año pasado, afirman que la conservación se logra no sólo con la perspectiva de actores clave con mayor poder, como empresas transnacionales, sino también pueblos indígenas y comunidades locales. En particular, esta invitación para participar de las reuniones de Belmont e IAI fue para explicar los ‘vacíos’ que detectamos en la investigación actual y también las ‘necesidades de capacitación’ con respecto a los múltiples valores de la naturaleza, y así ayudarle a las agencias de financiamiento de la ciencia incorporar estas temáticas en sus próximas llamadas y programas”.
Este evento, realizado en la ciudad de Panamá, se dio en combinación con el 3° Congreso de Investigación e Innovación para la Sostenibilidad, cuya meta es generar una comunidad de práctica entre investigadores financiados por el Foro Belmont e IAI y otros actores sociales del sector político, privado y civil. De esta manera, el congreso contó con la participación de decisiones tales como el Vicepresidente y Ministra de Ambiente de Panamá, líderes y lideresas de comunidades indígenas y emprendedores asociados a empresas innovadoras de sostenibilidad.
Por su parte, Anderson concluyó “junto con mi colega Dra. Tuyeni Mwampamba de Tanzania y México, nuestro mensaje final es que por un lado hay una infinidad de formas de valorar la naturaleza, ya que el ser humano lleva milenios desarrollando relaciones en distintos ecosistemas del mundo. No obstante, esta diversidad humano-naturaleza no está reflejada en la toma de decisiones, pero por el lado positivo existen más de 50 métodos de valoración ya disponibles en la literatura académica, incluyendo aquellas apropiadas para medir aspectos ecológicos, monetarios o socioculturales de la naturaleza. También, sabemos las condiciones necesarias para incorporar estos valores en las decisiones que van desde lo ‘sencillo’ como simplemente reconocer los múltiples valores de la naturaleza y van a cuestiones más complejas como reformar las instituciones y políticas existentes y cambiar las normas sociales".
"Para lograr lo anterior, recomendamos enfocar en las siguientes capacidades que pueden formar parte de una nueva agenda nacional y global de investigación en la sostenibilidad ecológica efectiva y socialmente justa: i) motivación por parte de los decisores para reconocer los múltiples valores, ii) habilidades analíticas por parte de las agencias de gobierno encargadas con la gestión de la naturaleza, iii) creación de ‘puentes’ entre distintos tipos de cosmovisiones, conocimiento y valores, iv) técnicas de negociación para lidiar entre tipos de saber (y ante conflictos), v) creación de redes sociales para generar sinergias entre actores, y vi) gobernanza inclusiva y participativa.”