Una multitud convocada por la Confederación General de Trabajadores (CGT) y otras organizaciones gremiales y sociales se manifestó frente al Congreso Nacional para celebrar la «unidad de los trabajadores» y defender «los derechos conquistados» por la clase obrera, con cánticos que replicaron el lema «La Patria no se vende» contra el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N°70/23 y el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, impulsados por el Gobierno de Javier Milei.
Desde las primeras horas de la mañana, los manifestantes se concentraron en la Plaza del Congreso y hacia el mediodía habían desbordaron algunas de las calles aledañas, que se mantuvieron con el tránsito cortado en detrimento del protocolo de seguridad impuesto por la ministro de Seguridad, Patricia Bullrich.
Cerca de las dos de la tarde se entonó a viva voz, acompañado con bombos, el Himno Nacional, que se hizo oír por los parlantes ubicados en varios puntos de la Plaza.
A continuación, corearon «La patria no se vende», el cántico que se volvió lema de las marchas contra el Gobierno que se desencadenaron desde que el Ejecutivo anunció el decreto de necesidad y urgencia de desregulación económica del 20 de diciembre pasado.
Otro de los cánticos que se repitió durante toda la jornada fue «Unidad de los trabajadoresy al que no le guste se jode».
Ante la lectura del documento conjunto de las centrales de trabajadores y las palabras de los oradores, los militantes escucharon atentos e interrumpieron sólo con aplausos y cánticos.
Cientos de carteles y banderas se desplegaron a lo largo y ancho de la Plaza con consignas como «La patria no se vende, se defiende», «Ni un paso atrás», «Sin libros no hay cultura», «Contra el ajuste y la represión ¡Lucha y organización!», «Hoy salimos para defender lo obvio», «La cultura no se salva sola», «Abajo el plan motosierra de ajuste de Milei y el DNU», entre otros.
Ante las altas temperaturas en una tarde soleada, los miles de manifestantes se resguardaron del sol como pudieron: bajo la sombra de árboles, paraguas, banderas y remeras atadas a sus cabezas.
Estuvieron muy solicitados los numerosos vendedores de bebidas para paliar la sed y el calor por los manifestantes que estuvieron desde el mediodía bajo los rayos del sol.
También se hicieron ver y escuchar las decenas de bombas de estruendo y pirotecnia que junto a drones, globos y banderas tiñeron la Plaza de los más diversos colores, aunque predominaron el celeste y blanco patrios.
El clima entre los manifestantes era de solidaridad entre las distintas agrupaciones, que todo el tiempo alentaron la convivencia y la no respuesta ante cualquier tipo de provocación de algunos transeúntes.
Si bien se vieron grupos de personas autoconvocadas o «sueltas», la presencia de organizaciones sindicales, políticas, sociales, culturales, educativas y de derechos humanos fue preponderante.
Columnas de manifestantes pertenecientes a la CGT, las dos CTA, la Unidad Piquetera (UP), la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Utep), la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Evita, entre otras, se ubicaron a lo largo de la avenida Rivadavia, dejando solo un carril para el tránsito y ante la atenta vigilia de un cordón de efectivos de la Policía Federal y de la Policía de la Ciudad.
Además, estuvieron sindicatos como la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Unión Ferroviaria, La Fraternidad, Camioneros, Unión del Personal Civil De La Nación (UPCN), Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC), Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (Aefip), Luz y Fuerza, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), Asociación Docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Unión de Trabajadores del Estado (Utera), Canillitas, entre otras.
Respecto a organizaciones sociales, culturales y políticas estuvieron el Polo Obrero, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Partido Comunista, el MST Frente de Izquierda, el Nuevo Más, Colectivo de Cineastas, la agrupación de Espectáculos Públicos, Organizaciones 62 peronistas, Libres del Sur, Barrios de Pie, Correpi, entre otras.
En cuanto al acceso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un grueso cordón de efectivos de la Prefectura Naval Argentina (PNA) y de la Policía Bonaerense cortó desde las 11 una de las subidas del Puente Pueyrredón, en la localidad de Avellaneda.
Ante la presencia de los manifestantes, personal de Tránsito de la Ciudad desvió a colectivos, taxis y conductores particulares hacia las avenidas Corrientes y Belgrano.
Idéntica situación se registró en la intersección de la avenida de Mayo y Lima donde los manifestantes cortaron en forma total el tránsito vehicular, provocando demoras a lo largo de la avenida 9 de Julio.
El Gobierno nacional montó un amplio operativo de seguridad para la movilización sindical y ubicó camiones hidrantes, carros de asalto, camionetas con efectivos y motos en la esquina de las avenidas Callao y Corrientes; avenidas Belgrano y Entre Ríos y en el cruce de la avenida Rivadavia y Ayacucho, entre otros lugares.
El operativo de seguridad se reactivó al finalizar la movilización y la Policía de la Ciudad controló la salida de los manifestantes que se dio de forma pacífica y organizada.