En el día de ayer, las autoridades de la Universidad Nacional de San Martín, a través de su personal de seguridad privada, impidieron la entrada a estudiantes de la agrupación estudiantil Franja Morada.
Esto sucedió en la Escuela de Política y Gobierno, cuando los alumnos querían ingresar con material de difusión de las actividades de la agrupación.
Lamentablemente este no es un hecho aislado. La semana pasada, en nombre de las autoridades, el personal de seguridad solicitó a estos estudiantes varios datos personales para que sean remitidos a la oficina de mantenimiento y de asistencia académica de carreras de grado de dicha Universidad y, en actitud intimidatoria, les dijeron "los estamos vigilando".
Este tipo de requerimiento es totalmente atípico en las universidades públicas y, sin lugar a dudas, funcionan como un mecanismo de amedrentamiento y de censura.
Frente a la gravedad de estos hechos solicitamos enérgicamente que en la UNSAM se respeten las libertades propias de la universidad reformista argentina, y que se frenen inmediatamente los comportamientos autoritarios y anti democráticos de quienes aspiran a que las universidades sean acríticas, anti académicas y carentes de pluralidad y libertad.