El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, participó del 2° Encuentro de Gobernadores de la Región Patagónica que se realizó este jueves en Puerto Madryn, en donde estuvieron también presentes los mandatarios de Chubut, Ignacio Torres; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Neuquén, Rolando Figueroa; de Río Negro, Alberto Weretilneck; y de Santa Cruz, Claudio Vidal. Durante la reunión se abordaron diversos temas vinculados a la situación de las provincias de la región en relación al contexto económico nacional y se trabajó en una agenda común de desarrollo fomentando la búsqueda de valor agregado para la producción en cada una de las jurisdicciones patagónicas.
Luego, los mandatarios firmaron un documento denominado “La Declaración de Puerto Madryn”, en el que expresaron la intención de fortalecer el crecimiento de las provincias, propiciar las inversiones y el empleo y apuntalar el desarrollo de la región a partir de políticas comunes.
El gobernador Melella expresó al respecto que “esto que redactamos hoy no es en favor de nadie ni en contra de nadie, es un documento con una mirada al futuro que tiene que ver con la esperanza. La única mirada de estos seis gobernadores, sus equipos de trabajo y los que estamos acá es la del bien común de nuestro pueblo y de nuestra gente”.
“Nosotros queremos que todas y todas estén mejor, desde los habitantes de la Antártida hasta La Pampa. Por eso insistimos en esta mirada de esperanza cierta que hoy queremos plasmar”, recalcó.
Asimismo, Melella sostuvo que “nosotros no queremos pelear con nadie, somos gente de trabajo y de respeto. Creemos en otra forma de hacer política y la reivindicamos, como la reivindicó el Papa hace poco y tantos líderes mundiales”.
“Es cierto que había que reordenar cuestiones económicas, fiscales. No lo desconocemos y nos hacemos cargo, pero ese reordenamiento se tiene que hacer con humanidad, poniendo a la persona en el centro. Desde la Patagonia proponemos que hay que dar crecimiento al empleo, a la inversión privada, con un Estado fuerte que garantice una justa distribución de la riqueza”, aseguró, para finalmente decir que “la Patagonia es pujante, la Patagonia tiene la fuerza del viento, la fuerza de nuestros ríos; ese frío que nos hace poner la cara y salir adelante, esa nieve y ese hielo, esa cordillera, esos lagos, ese mar. Tenemos muchísimo para dar y y somos orgullosamente patagónicos”.
Luego, el mandatario fueguino dio lectura al documento que se transcribe a continuación:
«Asamblea de Gobernadores de la región Patagonia, Provincias Unidas del Sur, declaración de Puerto Madryn
La reforma constitucional de 1994, de la que se cumplen 30 años, concibió un nuevo actor en la Federación Argentina, las regiones. El artículo 124 de la Constitución habilita que las provincias por su propia determinación y voluntad, acuerden la creación de regiones para el desarrollo económico y social, así como establecer órganos concertados para ejecutar y llevar adelante sus objetivos.
La Región Patagonia fue la primera creada en ese marco constitucional, habilitante mediante el Tratado de Santa Rosa, La Pampa, de 1996. Los Estados miembro han tomado la determinación de relanzar y dar mayor vigor a ese acuerdo. A tal fin suscribimos el pacto de Villa La Angostura, Neuquén, el 11 de enero del 2024, por el cual se dio un marco institucional y organizacional con el objetivo de dar mayor ejecutividad a las decisiones que se adopten, y se creó el Foro Permanente de Legisladores Nacionales de la Patagonia, con la finalidad de concertar las posiciones de los representantes patagónicos en las dos cámaras del Congreso de la Nación.
La Patagonia aporta la economía nacional el 98% del gas, el 87% del petróleo, el 71% de la energía eólica, el 27% de la energía hidroeléctrica. Concentra en sumar adyacente el grueso de las capturas pesqueras y en sus puertos la mayor parte de los desembarcos en este recurso. Cuenta con los principales destinos turísticos del país, exportaciones diversificadas en recursos agrícolas, ganaderos y forestales.
La región tiene un potencial que le permite un desarrollo sostenible y necesita desplegar una infraestructura acorde. El ajuste fiscal por sí solo no garantiza ningún desarrollo. La producción, la inversión y el empleo deben estar en la agenda de los gobiernos. Si la determinación política del Gobierno Nacional es desertar en sus obligaciones en esa materia, cuanto menos debe reponer un esquema de coparticipación federal de impuestos acorde a esa responsabilidades y a tono con el mandato constitucional que establece que toda transferencia de competencias, servicios o funciones debe venir acompañado de los correspondientes recursos.
Es por ello que los gobernadores de las provincias del Chubut, Tierra del Fuego Antártida islas del Atlántico Sur, Santa Cruz, Río Negro, Neuquén y La Pampa resuelven asumir en plenitud la potestades reconocidas en la Constitución Nacional, y en tal sentido proclaman la determinación de llevar adelante un Plan Regional de Desarrollo Productivo gestado desde los propios Estados, definiendo en este modo el aprovechamiento y explotación de sus recursos naturales, convocando a la inversión del sector privado, concertando los acuerdos internacionales que autoriza el artículo 124 de la Constitución, definiendo su política tributaria de fomento de la inversión y el empleo, ejerciendo en plenitud su autonomía energética y en particular la fuente hídrica, como así también avanzar en las energías renovables, las vinculadas a la transición energética y a la realización de las obras de infraestructura necesarias para estos fines.
Estamos dispuestos a acuerdos en la medida que no vengan impuestos ni estén precedidos de condicionamientos. Debe comprenderse la importancia de alcanzar consensos institucionales entre Estados preexistentes como lo son las provincias y una Nación formada por voluntad y elección de las provincias que la componen. Reafirmamos ese compromiso, como así también el de defender a nuestras provincias ante cualquier intento de atropellar sus autonomías o menoscabar sus recursos.
Es el compromiso no solo de seis gobernadores, sino de los gobernadores con su pueblo».