Al Reino del Revés, María Elena Walsh lo imaginó con perros pekinés cayendo para arriba, monos que si los miras no los ves, un ladrón que es vigilante y otro encima es juez; entre otras incongruencias. Pero jamás imaginó – quizá-, que en un reino del revés un sindicalista sea diputado e ignore a los trabajadores, o una diputada no sepa de leyes. Walsh, en una de sus célebres canciones, hablaba ya de la existencia del Reino del Revés. Metáfora totalmente compatible con la vida que atravesaba la Argentina en esos años turbulentos de inestabilidad, podríamos decir que todavía el país es el Reino del Revés. Y Tierra del Fuego tiene sus ribetes dentro del Reino, con una senadora de un "movimiento" que se define nacional y popular, como Rosana Bertone, abogada y kirchnerista, también desconocedora de las leyes laborales y defensora de los contratos "basura" que abundan en la industria fueguina. O el diputado y secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Oscar Martínez, a quien podríamos interrogar dónde puede comprar una canasta de frutas y verduras a 130 pesos mensuales, tal como lo acordaron para los trabajadores del sector en un reciente acuerdo con la Municipalidad de Río Grande. Con la firma de un acuerdo para el otorgamiento de una ayuda económica a los despedidos de la industria fueguina con el Gobierno Provincial, podemos inferir tranquilamente que la UOM es como el arco iris: llega luego de cada tormenta. Sólo que en esta etapa no podemos saber si la tormenta efectivamente pasó o estamos ante una salida del sol, en una calma que anticipe una próxima tormenta.
Si nos guiamos por los anuncios oficiales, tanto nacionales como provinciales, o por las declaraciones del diputado de los trabajadores despedidos (UOM), no hay de qué preocuparse y es cuestión de tiempo el renacimiento de la industria.
Pero si vemos la realidad de los números y el tiempo que se vienen manifestando, no podemos confiar en que realmente exista un trabajo a favor de los trabajadores, como dicen Bertone y Martínez. La pérdida de fuentes de trabajo afecta a miles de trabajadores que perdieron sus puestos de trabajo. Otros sufrieron bajas de sus contratos y fueron reincorporados con horario reducido y menor salario del que inicialmente corresponde. Aquellos jóvenes de entre 18 y 25 años, beneficiarios del Plan Joven, tan mencionados en su momento por la propia presidente Cristina Fernández de Kirchner, vieron desvanecer sus esperanzas luego de promesas de una dirigencia sindical más preocupada por una campaña política que beneficie a una pequeña casta, que en defender los puestos de trabajo de quienes sufren los desvaríos de una dirigencia política que cuenta con la complicidad gremial. Ahora, con el otorgamiento de una suma fija en concepto de ayuda económica, deberíamos preguntar hasta qué punto se trata realmente de una ayuda. Con una inflación – acumulada a mayo de 2014- de 25 % y una canasta básica total que ronda los 14 mil pesos mensuales, no se debería esperar una ayuda económica de menos de tres mil pesos tal como se estuvo mencionando. Tampoco resulta demasiado acorde a la realidad que una ayuda sea de tres meses, como si la desocupación estuviese atada a una estacionalidad, como sucede con los obreros de la construcción que la reciben ante la imposibilidad de trabajar durante la veda invernal entre mayo y septiembre.
Está corroborado que la estacionalidad del sector industrial tendría que tender a una mayor ocupación y demanda de mano de obra, ante el mundial de fútbol disputado en Brasil. Sin embargo, no se ha dado una mayor demanda, sino que ha sido una temporada extraordinariamente inactiva en comparación a otros mundiales que acapararon la demanda de productos electrónicos.
Fuente: www.shelknamsur.com