Las autoridades del estado de Arizona, Estados Unidos, confirmaron que el preso Joseph Wood murió dos horas después de que se iniciara la ejecución con inyección letal.
Sus abogados presentaron una recurso de apelación de emergencia después de que Wood estuviera "jadeando y resoplando durante más de una hora" en la cámara de ejecución.
Los letrados alegaron que el proceso violaba el derecho de Wood a ser ejecutado sin un castigo cruel e inusual.
Los abogados señalaron que la ejecución debió haber tomado diez minutos.
Comenzó a las 13:52 (20:52 GMT) y Wood fue declarado muerto a las 15:49, una hora y 57 minutos después, según la oficina del fiscal general de Arizona.
Wood fue condenado por la muerte en 1989 de su exnovia y al padre de esta.
Los abogados habían tratado de forzar al estado de Arizona a señalar los nombres de los fabricantes de la droga usada para la ejecución, pero el más alto tribunal del estado ordenó llevar adelante la ejecución.
En comunicación con la defensa de Wood, funcionarios de Arizona dijeron que planeaban usar una combinación de midazolam e hidromorfona.
Sin embargo, declinaron ofrecer más información, incluido el nombre de los proveedores, citando una ley de confidencialidad destinada a proteger a los fabricantes.