La Ministra de Educación Sandra Molina manifestó su preocupación por los hechos de violencia ocurridos el lunes en la capital fueguina, entendiendo que mientras se debate en la Legislatura un proyecto de ley referido al acoso escolar o bullying, los adultos envían otro mensaje a los jóvenes acerca de cómo afrontar las situaciones conflictivas.
La Ministra de Educación Sandra Molina manifestó su preocupación por los hechos de violencia ocurridos el lunes en la capital fueguina, entendiendo que mientras se debate en la Legislatura un proyecto de ley referido al acoso escolar o bullying, los adultos envían otro mensaje a los jóvenes acerca de cómo afrontar las situaciones conflictivas.
Al respecto, la titular de la cartera educativa expresó que “como la máxima responsable de esta cartera, trabajo para la educación dentro y fuera de la escuela y lo más preocupante es que mientras la escuela pugna por abordar las situaciones de violencia a través del diálogo, en los últimos días hemos vivido acciones de muchos de los actores públicos de nuestra provincia que optaron por la presión y la coacción con agravios, roturas y demás manifestaciones violentas, en lugar de trabajar dialogando para el acuerdo de las partes”.
Asimismo, Molina expresó que “realmente tenemos que sentarnos a pensar que entiende la ciudadanía por educación” ya que “en las escuelas trabajamos espacios para discutir y resolver conflictos con la palabra, trabajando con el programa de alumnos Mediadores por la Paz y el debate de la diversidad y violencia de género en los Parlamentos Juveniles, mientras por otro lado, los adultos agravian a la máxima figura de autoridad provincial con pegatinas y folletos irrespetuosos, que incluyen violencia contra el sexo femenino, y que solo sirven a la construcción de una sociedad violenta y retrógrada”.
La funcionaria recordó que “la educación la construimos entre todos, independientemente del cargo que nos toca ocupar, y este trabajo es muy complejo si sectores de la sociedad o políticos como el señor Intendente de Ushuaia no comprenden que también es su responsabilidad educar a nuestros jóvenes en la resolución pacífica de conflictos, en el diálogo como herramienta para lograr consensos y en el respeto a nuestros pares y a la diversidad de opiniones de los mismos”.
“Estos infames eventos son un agravio importante no sólo a esta gestión de gobierno sino a la ciudadanía en general, y la verdad que merece unas disculpas públicas” finalizó la Ministra.