"La instalación nos impactó mucho, porque como veteranos vemos las cruces de nuestros compañeros caídos y es muy conmovedor. Son las cruces verdaderas del cementerio de Darwin, de los compañeros que quedaron en Malvinas", destacó Carlos Llamas, presidente del Centro de ex Combatientes de Malvinas en Ushuaia, en relación a la muestra instalada en la Plaza Malvinas.
Para la realización de la instalación en nuestra ciudad, el Municipio de Ushuaia sumó a la organización el apoyo del Senado de la Nación, el Centro de ex Combatientes de Malvinas en Ushuaia y la Fundación Malvinas.
Historia de las cruces de la instalación itinerante
Cuando terminó la guerra los británicos ofrecieron realizar el traslado al continente de los muertos argentinos. En esos días se hablaba de "repatriar los restos". Los familiares de los caídos se opusieron a esta idea y respondieron "No se puede repatriar lo que ya descansa en su Patria". Así nació ese lugar que hoy se conoce como Cementerio Argentino de Darwin, en la Isla Soledad, Malvinas.
Los familiares exigieron, en cambio, que el Reino Unido levantara la prohibición de los viajes a las islas y que los autorizara a construir un monumento en Homenaje a sus Caídos. Luego de largas y trabajosas negociaciones, lograron que los británicos aceptaran la propuesto. Desde entonces hicieron más de 20 viajes homenaje a Malvinas. También realizaron dos viajes a la zona del hundimiento del Crucero General Belgrano, en memoria de sus 323 caídos. Y en 2004 comenzaron la construcción del Monumento que hoy se levanta en el cementerio argentino de Darwin.
Hasta ese momento no estaba permitida allí ninguna inscripción que reivindicara la nacionalidad y la Causa por la que esos argentinos descansaban en suelo Malvinero.
Desde 2005, cuando la obra concluye, los nombres de los 649 héroes argentinos caídos en Malvinas figuran en ese lugar tallados en piedra. Los acompaña una gran placa que recuerda su origen con la leyenda "El Pueblo de la Nación Argentina en memoria de los Soldados Argentinos Caídos en Acción en 1982". Las viejas cruces que habían puesto los ingleses dejaron su lugar y fueron reemplazadas por otras trabajadas en madera de lapacho, un árbol nativo de América del Sur. Y desde 2009, custodia ese lugar una imagen de la Virgen de Luján, que con su manto azul y blanco fue llevada por los familiares cuando viajaron para inaugurar el monumento que los honra.
Es el primer caso en la historia en que un pueblo consigue construir un monumento en honor a sus caídos en el mismo suelo por el que ellos dieron sus vidas, antes de que la ocupación colonial que dio origen al conflicto haya sido resuelta. El Monumento a los Caídos del Cementerio Argentino de Darwin es, por esta razón, uno de los testimonios de soberanía más significativos de la posguerra de Malvinas.