Este lunes por la mañana pasadas las 09:00, el Airbus de Lufthansa aterrizó en el aeropuerto de Monte Agradable, en las Islas Malvinas. Fue un vuelo directo desde Hamburgo, el más extenso de la aerolínea alemana. A bordo viajan 92 científicos con rumbo a la Antártida.
“Date: 31 Jan 2021; From Hamburg (HAM) to Mount Pleasant (MPN); Aircraft A359 (D-AIXP); Flight Time 15:37; Landed 09:01”, con detalle informó el sitio de seguimiento aéreo Flightradar24 acerca del vuelo del Airbus A350-941 de la línea alemana Lufthansa, aterrizado esta mañana un minuto después de las 9 AM en la base militar británica de Monte Agradable, en las Islas Malvinas.
El vuelo más largo en la historia de la aerolínea germana llegó sin novedad a Malvinas tras 15 horas 37 minutos de vuelo, habiendo despegado el domingo desde Hamburgo con 16 tripulantes y 92 pasajeros a bordo, que estuvieron aislados durante varios días y sometidos a pruebas del coronavirus. Los viajeros son investigadores del Instituto Alfred Wegener, en el Centro Helmhotlz de Investigación Polar y Marítima.
En Malvinas, la dotación abordará el rompehielos Plarstern, para realizar en el continente blanco investigaciones sobre la influencia de las corrientes marinas.
Entre los 16 tripulantes, además de asistentes de vuelo y pilotos viajan mecánicos y despachadores, ya que Lufthansa no dispuso personal en las islas, y los operarios del aeropuerto local no pueden abordar la aeronave por razones sanitarias.
El regreso se realizará el día 3, ya que la tripulación deberá hacer una cuarentena y descanso mínimos.
El vuelo pudo seguirse en vivo en la plataforma FlightRadar24. En el momento del despegue, unas 19.000 personas se mantuvieron online atentos al Airbus.
Todas las comodidades
El A350-900 llegó desde Fráncfort a Hamburgo el propio domingo. Lleva el nombre de la ciudad alemana de Braunschweig y se incorporó a la flota de Lufthansa en 2020.
Es considerado uno de los aviones de largo recorrido más sustentables del mundo.
La tripulación concretó cuarentena de dos semanas junto a los pasajeros en un hotel en Bremerhaven. Durante ese tiempo, participaron en un programa virtual de información y ejercicios para mantenerse en forma.
Un autobús los trasladó desde Bremerhaven a Hamburgo, en impecables condiciones de higiene. En el embarque no hubo ningún tipo de contacto.
El catering se cargó en Fráncfort. Dos empleados mantuvieron contacto por video con la tripulación para coordinar que todo lo necesario estuviera a bordo.
Para mayor comodidad del extensísimo vuelo, los pasajeros viajaron en Business Class y en Sleeper’s Rows, una fila de asientos en clase económica pero equipada con colchón, manta y almohadas.
Tecnología de iluminación a bordo facilitó el ritmo de sueño de los tripulantes por la noche. La iluminación de la cabina se adaptó a la diferencia horaria de cuatro horas para minimizar ese factor.
Después del aterrizaje, y una vez que los miembros de la expedición continuaran en barco hacia Antártida, la tripulación vuelve a cuarentena hasta el vuelo de regreso, el 3 de febrero con destino a Munich.