El Partido Liberal Libertario (PL) manifestó su descontento por el proyecto de ley presentado por el kirchnerismo que, además de introducir cambios transitorios en el Impuesto a las Ganancias, gravará la compraventa de acciones que no cotizan en Bolsa y los dividendos que distribuyen las empresas. El mismo ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados y será tratado la semana que viene en el Senado.
Desde el PL aclararon que está bien que haya una reducción en el Impuesto a las Ganancias, pero no de la forma en que se va a hacer. En pocos meses, la inflación se comerá los efectos de las nuevas modificaciones y los trabajadores que hoy ven aliviada su carga impositiva volverán a pagar el impuesto en la misma o mayor magnitud que antes de la entrada en vigencia de esta reducción. Se requiere una solución definitiva, y la posición del PL al respecto es bien clara: el Impuesto a las Ganancias sobre los salarios debe ser eliminado, y su contrapartida no debe ser la creación de nuevos impuestos sino una reducción del gasto público, que el actual gobierno llevó a niveles máximos históricos.
"La presión impositiva argentina es hoy una de las más altas del mundo; sin embargo, la voracidad del Estado parece no tener límites y pretenden seguir incrementándola indefinidamente", manifestó Gonzalo Blousson, candidato a legislador porteño por el PL. "Lo más preocupante del caso es que muchos políticos que se dicen opositores avalen medidas de esta naturaleza y sean ellos mismos quienes propongan la creación de nuevos impuestos, como vienen haciendo últimamente. En lugar de intentar ponerles freno a los atropellos del régimen kirchnerista, buscan alimentar la 'caja' del gobierno con más dinero y, por lo tanto, más poder. El kirchnerismo, agradecido", agregó el dirigente liberal.
Los liberales libertarios resaltaron la necesidad de reducir el elevado gasto público en lugar de aumentar una carga impositiva que ahoga la economía, desalienta la inversión, genera pobreza y es confiscatoria de la propiedad. "Es inaceptable que esté fuera del actual debate político el nivel del gasto público. El gobierno nacional destina una cantidad enorme de recursos a gastos absolutamente innecesarios y que están fuera de las funciones que le corresponden al Estado, como el gigantesco aparato de propaganda oficial, Aerolíneas Argentinas, el Fútbol para Todos y las empresas de servicios públicos; además de un aparato burocrático que no para de crecer. En el caso de los subsidios a la energía y al transporte, incluido el aéreo, se da una suerte de redistribución de la riqueza a la inversa en la que los pobres, mediante impuestos e inflación, financian los consumos de las clases medias y altas. Sin embargo, los referentes de la oposición, muchos de los cuales se definen a sí mismos como 'progresistas', ignoran esta circunstancia y proponen agravarla aún más", finalizó Blousson.