La activación de la emblemática causa de corrupción conocida como Skanska deja expuesta a la proveedora de obra pública preferida por la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone. Entre los 23 usinas de facturas truchas detectadas hay tres vinculadas a Juan Felipe Gancedo S.A, conocida por ser la preferida por Bertone a la hora de mostrar la reactivación de la obra pública y por haber presupuestado la pavimentación a 250 dólares el metro cuadrado en una obra en Río Negro.
Cuando el kirchnerismo estaba de luna de miel con la sociedad y los grandes medios de comunicación, explotó de forma disrruptiva la famosa “Causa Skanska”. Al igual que otra muy recordada, IBM-Banco Nación, se llegó a detectar la corrupción por un mecanismo tan antiguo como efectivo para el pago de coimas: facturas truchas emitidas por “usinas” que viven de eso.
En la reapertura de la Causa Skanska, que realizó el juez federal Sebastián Casanello hace un año, se menciona explícitamente a 23 usinas de facturas truchas detectadas por la firma Control Risks. Ese informe fue utilizado por Casanello para procesar a los directivos de las mismas, además de los ex funcionarios Julio De Vido (ministro de Planificación Federal), José López (secretario de Obras Públicas) y Néstor Ulloa (de Nación Fideicomisos).
Entre esas 23 usinas de facturas truchas están Constructora La Nueva Argentina S.A., Triple T S.R.L. y Wikan Obras y Servicios S.A. Justamente, tres firmas inexistentes que desde 2007 se detectaron como proveedoras de facturas de Gancedo.
El libro que con mayor detalle describió el Caso Skansa, se llama “El Club K de la Obra Pública. Skanska: un caso”, fue escrito por el periodista Pablo Abiad y publicado en 2007 por Editorial Planeta. En el capítulo “La Argentina Trucha”, se hace referencia al tema:
-“La constructora Juan Felipe Gancedo S.A. tiene facturas truchas por 3.030.800 pesos, de los cuales 1.418.100 corresponden a Wikan, 1.262.460 son de La Nueva Argentina y 350.240 de Construcciones Triple T”.
En la misma Causa Skanska se apunta que estos 4 millones de pesos podrían estar destinados al pago de coimas a funcionarios del Gobierno Nacional de entonces. La sospecha se funda en un hecho muy claro y comprobado: Juan Felipe Gancedo S.A. libró 61 cheques a estas tres empresas, que resultaron ser sellos de goma o facturas de usinas truchas.
Una pavimentación de 250 dólares el metro2
En el mismo libro se cuenta que “Gancedo tiene su sede en Viedma (Río Negro), lo que no le impide ser de las principales beneficiarias de la obra pública en Santa Cruz, detrás de Gotti y Esuco”. Por ese entonces, ya se conocía la vinculación de Gancedo con Carlos Santiago Kirchner, funcionario de Planificación y primo del presidente Néstor, y también con Lázaro Báez.
Del primo presidencial, se decía que Gancedo era testaferro. Y de Lázaro Báez, se sabía que la constructora preferida de Bertone le hacía de sparring: se presentaba a licitaciones de obras públicas para simular competencia y permitir que las ganaran Austral Construcciones o Gotti, las empresas clave del testaferro presidencial. Hoy Báez y Carlos Santiago Kirchner están presos, mientras que Gancedo sigue haciendo las obras más importantes de Tierra del Fuego.
En el mismo libro del periodista Pablo Abiad se apunta que “el juez Montenegro incorporó al expediente copias del sitio web de la secretaría de Obras Públicas con las adjudicatarias del Plan Federal de Construcción de Viviendas; Gancedo marcha quinta, según montos adjudicados, en una tabla de posiciones que encabezó Gotti”.
Además, en “El Club K de la Obra Pública” se cuenta que “otra obra importante de Gancedo es la pavimentación de la ruta nacional 23. El intendente de General Roca, Carlos Soria, tuvo que rescindirle un contrato luego de que el diario Río Negro publicara que la constructora iba a cobrar 4 millones de pesos -gracias a un préstamos de la Nación- por asfaltar 50 cuadras”. A los valores de aquel momento, a un costo de 25.000 dólares por cuadra, o 250 dólares por metros.
Internas en el gobierno fueguino por Ruta Costera del Beagle
Desde el primer momento, unos pocos funcionarios le advirtieron a Rosana Bertone que el llamado Corredor Costero del Beagle era una obra inconveniente. Por distintos motivos: con suerte se iba a terminar en el próximo gobierno, destruye yacimientos arqueológicos de 7.800 años, pasa por estancias privadas que deben expropiarse, entre otros.
A comienzos de este año, cuando se adjudicó esta obra, las críticas de funcionarios se propalaba en voz baja. “Es un tema de Rosana, Gancedo y (Luis) Vázquez (el ministro de Obras Públicas”, se excusó uno de los más influyentes del entorno de la gobernadora a Minuto de Cierre. Trascurrido más de medio año, el off the record se mantiene, pero las lenguas comienzan a soltarse.
Como reveló Minuto de Cierre, por expresa orden de Bertone, el gobierno fueguino ya le pagó a Gancedo $ 258 millones por la obra, sin que la empresa haya hecho un metro de la misma :(http://www.minutodecierre.com/nota/2018-10-4-14-41-0-rosana-bertone-pago-258-millones-por-una-obra-que-suspendio-al-momento-de-transferir-el-dinero). Ya empiezan a escucharse las quejas hacia el interior del gobierno fueguino, acusando a Gancedo de ser financista de la próxima campaña a la Gobernación. Mientras que en la sociedad civil, especialmente en las ONG ambientalistas, las críticas son cada vez más fuertes.
Bertone soñó el Corredor Costero del Beagle como la obra que relanzaría una gestión carente de logros. Resultó todo lo contrario: uno de sus actos de gobierno más cuestionados. Pero si el objetivo era “hacer caja”, quizás la cuestión sea distinto. Claro, con la plata de los impuestos que pagan los habitantes de Tierra del Fuego.
Fuente: minutodecierre.com