Este último 10 de junio falleció Arnoldo Canclini. Destacado pastor de la Iglesia Evangélica Bautista. Doctor en Filosofía y Letras. Ex presidente del Instituto Malvinas Argentinas. Historiador. ¿Un historiador más? No precisamente. Su figura fue y es relevante ya que, en 1984, fue coordinador de la obra historiográfica más importante de Ushuaia. El Libro del Centenario de Ushuaia, como se lo suele denominar comúnmente, es -aun hoy-, la obra que mejor recopila aspectos de la historia de Ushuaia. De la Ushuaia de los pioneros, pero también de la Ushuaia que empezó a transformarse en los 60 con un progreso significativo.
Con un trabajo que se involucra en aspectos tan disímiles, como la práctica de deportes a nivel amateur y su organización en clubes sociales y deportivos; las instituciones de salud y educación públicas; la vida cotidiana en aquellos lejanos tiempos de aislamientos y penurias, tan presentes en los relatos familiares; o la acción de los gobernadores; todo ello sin desconocer información curiosa pero sin duda relevante a efectos de acercarnos a esa Ushuaia tan antiquísima como distantes para quienes hoy habitamos en ella, como son los edictos policiales de principios del siglo XX o los primeros intentos de planificación urbana con los planos de Jorge Butza – primer encargado de diseñar el plano de 1894-; sin lugar a dudas el Libro del Centenario posee esa magia de atraparnos en un recorrido que poco puede tener de poético si no fuera por el acierto – o la inevitabilidad de tener-, los relatos familiares. Y es difícil decir si es un acierto o una necesidad inevitable, ya que la historia, como bien lo define la Real Academia Española en su Diccionario, es la "Narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados".También la define como "Conjunto de los sucesos o hechos políticos, sociales, económicos, culturales, etc., de un pueblo o de una nación" o "Conjunto de los acontecimientos ocurridos a alguien a lo largo de su vida o en un período de ella". Frente a semejantes definiciones, ¿Cómo se podría haber – sino del modo en que lo hizo- encarado la historia del primer centenario de Ushuaia?.
Probablemente se puedan realizar numerosas críticas, pero quizá la menos justa sea la de reprochar una falta de criterio. El haber incluido como parte de la historia los grandes sucesos institucionales – como es la existencia misma de un presidio con innumerables conflictos con las autoridades de la gobernación-, las organizaciones de lo que hoy denominamos sociedad civil, y hasta las vicisitudes que atravesaron las distintas familias que hoy conforman ese pequeño pero tan significativo núcleo de pioneros, habla claramente de una obra abarcativa que todo aquel ushuaiense que pretenda conocer la historia de esta zona, no puede ignorarla, desconocerla y leerla. Todos quienes vivimos en esta ciudad, con nuestra sola presencia, estamos formando parte de la historia de una ciudad que incesantemente crece. Las valoraciones fluctúan, pero que formamos parte, es tan indudable como que vivimos. Hoy resulta importante valorar ese legado. Pero también existe una deuda en cuanto a los umbrales de conocimiento efectivamente explorados de la historia reciente. Pequeños hitos de la literatura reciente permiten comprobar que existe interés. Pero ese interés sigue siendo mínimo si lo comparamos a esa gran obra coordinada por Arnoldo Canclini.
Fuente: www.shelknamsur.com