La creación del Área Protegida en la Península Mitre es un proyecto elaborado por el Gobierno Provincial en el año 2002, que contó con el aporte de distintos entes públicos como el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, la Delegación Patagonia de la Administración de Parques Nacionales así como también de organizaciones públicas y privadas de Tierra del Fuego. Durante 2018, la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la Provincia, convocó a las Organizaciones No Gubernamentales locales que desde 2017 trabajan juntas para la valorización y conservación de Península Mitre, con el fin de actualizar el proyecto. La propuesta así consensuada fue remitida a la Legislatura Provincial que prometió su tratamiento en conjunto con la creación del Cuerpo Provincial de Guardaparques y el Fondo para el financiamiento de las áreas protegidas provinciales. Sin embargo, han aparecido intereses privados en este asunto que implican la posibilidad de hacer negocios multimillonarios en las tierras fiscales de la Península. Estos intereses son, ni más ni menos, que los de Conservation Land Trust (CLT), entidad fundada por el fallecido Douglas Tompkins y hoy al mando de su esposa, Kristine, quien ya había anunciado que Tierra del Fuego era un área de interés para sus negocios, algunos de ellos polémicos por hacer del "ambientalismo" su principal fuente de ingresos.
Hace casi un mes, el 25 de agosto, en una entrevista que le realizó el matutino porteño La Nación, sostuvo que "Tenemos muchos planes por delante, desde el Proyecto Patagonia Azul, en la costa de Chubut, hasta el parque provincial Península Mitre, en Tierra del Fuego. Ya donamos todos los parques menos una parte de Iberá, pero vamos a seguir comprando". A priori podríamos saludar las intenciones benefactoras de un grupo con capitales privados en materia de preservación ambiental. Pero, ¿cómo hacerlo si afirman tener vínculos y contactos con organizaciones locales que luego salen a desmentir dichos encuentros? Por otro lado, ¿por qué hablan de parque provincial y no de área natural protegida, tal la denominación del proyecto consensuado entre el Gobierno Provincial y las Ong locales y que está en tratamiento legislativo? La diferencia no es azarosa: en un parque provincial solo habitan los guardaparques. En cambio, las categorías de Reserva previstas en la propuesta actual, admiten otras actividades previstas en el plan de manejo y los asentamientos que a ellas correspondan. Al realizarse distintas actividades se suman actores y esto no resultaría deseable para el “control del área” que quiere ejercer CLT.
Por otra parte, CLT es una organización para nada exenta de polémica. La ingeniería jurídica diseñada es reconocida como compleja para concretar la compra de tierras en Argentina y Chile, en donde terratenientes endeudados han tenido que venderle sus tierras para llevar a cabo los proyectos conservacionistas. También la compra de esas tierras en zonas "calientes" para la geopolítica como el parque Esteros del Iberá en la mesopotamia en donde se encuentra el Acuífero Guaraní o en la cordillera de los Andes en donde se ubican algunas de las reservas de agua dulce más importantes del mundo, completan un panorama del cual existen dudas razonables y ameritan explicaciones respecto de cuáles son las verdaderas intenciones de la organización en la Península Mitre. Casualmente (o no), que se debata conjuntamente con la creación del Cuerpo de Guardaparques , mientras se critica que CLT se beneficie de la infraestructura pública.Quizá no sea casual que en la última reunión de la Comisión N°3 de la Legislatura Provincial donde se trató el tema Península Mitre, también se incorporó el proyecto de Creación del Cuerpo de Guardaparques pero se omitió incorporar al orden del día el proyecto de Fondo de Financiamiento. De esa forma, la presencia de CLT en Península Mitre podría justificarse por el aporte de fondos que bien podemos generar localmente, en tanto CLT se beneficiaría (como lo hace en los Parques Nacionales donde se instaló) de la infraestructura y el personal que paga el Estado Provincial.
Por su alto valor natural y cultural, Península Mitre es una joya muy preciada cuyo nombre está siendo utilizado por CLT para propio beneficio. ¿Otra vez cambiaremos oro por baratijas?