| 29 de noviembre

Cobos y Lousteau propusieron un esquema de “corrupción cero”

“El poder no cambia a las personas, las muestra como son”, dijo el precandidato presidencial de Unen Julio Cobos parafraseando en realidad a la mismísima presidenta de la Nación, que solía usar esa expresión. Lo dijo al sostener que la corrupción “es un problema estructural también de la sociedad”.

“El poder no cambia a las personas, las muestra como son”, dijo el precandidato presidencial de Unen Julio Cobos parafraseando en realidad a la mismísima presidenta de la Nación, que solía usar esa expresión. Lo dijo al sostener que la corrupción “es un problema estructural también de la sociedad”.
 
El diputado mendocino participó junto al diputado nacional Martín Lousteau de una charla en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo, donde disertaron en un espacio de encuentro y reflexión sobre cohesión social, desarrollo económico sustentable y el fortalecimiento de las instituciones de la República.
 
En ese marco, Cobos explicó que “cuando se habla instituciones, no se trata solo de la falta de fortalecimiento de los organismos de control, de la lucha contra la corrupción; es también hablar de educación, vivienda, salud, pobreza, energía, el agua, seguridad que son cuestiones de Estado y es responsabilidad de todos los sectores sociales y políticos”.
 
El precandidato presidencial agregó que “la visión institucional es más amplia, pasa por darle al ciudadano un país federal, donde todos seamos iguales ante la ley y esto se logra con esas instituciones fuertes. Y no es algo abstracto, es dar previsibilidad, certidumbre y certezas de que se puede crecer en un país de iguales”.
 
Por su parte, Martín Lousteau sostuvo que se han degradado el tejido social, las instituciones fundamentales de la democracia, la economía, la infraestructura, y a modo de ejemplo, señaló que hasta la corrupción se degradó: “La corrupción de hoy es peor que antes, no solo cuantitativamente sino cualitativamente”.
 
“Hay cuatro niveles de corrupción. La corrupción cero; que es la deseable y a la que todos aquí apuntamos -enumeró-. Luego, viene el nivel uno de corrupción, cuando -por ejemplo- hay una licitación, gana el mejor y no importa quién gane, todos pagan un porcentaje. El nivel dos, es aquella corrupción donde gana el que más paga y en esto ya hay una degradación notable, porque es el Estado el que incentiva un delito, un acto ilegal. El problema es que, generalmente, quien se encarga de hacer esa obra es la peor opción”.
Luego señaló que la corrupción a nivel tres “es aquella donde se paga por hacer cualquier cosa. Esto es, pagar lo que le pida y como contraprestación permitirle al favorecido hacer lo que quiera, como inundar una zona sensible; sacar un recurso natural a como dé lugar; destrozar la infraestructura existente; no tomar en cuenta cuestiones ambientales y esta es la corrupción actual”.
 
Lousteau dijo que “el problema de estar en este nivel de corrupción es que falta plata en el Estado porque alguien se la lleva y además porque el motor de la decisión de esa acción pública es la corrupción. Esto se degradó de un modo tal que hasta se acepta naturalmente en la sociedad, entonces cuando se toman decisiones que no se deberían tomar y hacen cosas que no están permitidas; el Estado se orienta a hacer cualquier cosa menos lo que tiene que hacer”. Julio Cobos agregó que hoy existe una variante más en cuanto a tipos de corrupción y la llamó la “cuarta opción, que es aquella que no solo se paga lo que sea a una empresa sino que desde el Estado terminan asociados a esa empresa”.
 
Cobos sostuvo que la corrupción es un problema estructural también de la sociedad y agregó “el poder no cambia a las personas, la muestra como son. Desde Unen apuntamos a lograr corrupción cero, pero sobre todo, dirigimos nuestras acciones a lograr que no haya más impunidad y mucho menos, ostentación de esa impunidad”.
 
En cuanto al desarrollo económico, el tema disparador fue la situación de la deuda externa. Julio Cobos explicó que él logró una renegociación exitosa en Mendoza con el Bono Aconcagua. Explicó que hubo dos juicios, pero del lado del Estado pusieron cláusulas de consentimiento de salida -que evitaba embargos- y luego de cerrar el canje; al tiempo lo abrieron nuevamente. Lousteau agregó que “hubo mala praxis con los holdouts, es decir que había un problema relativamente pequeño en el cual el juez y la Cámara habían fallado a favor del país en un principio; pero cometimos errores de comunicación, políticos, de lobby y legales. Así terminamos con un fallo en contra y un problema serio y grave, porque desde el oficialismo en lugar de buscar soluciones de fondo, se ponen más y más escollos para resolverlo favorable y definitivamente. El problema se acumula; la tasa de interés es muy alta y se suman otros holdouts. Esto conviene arreglarlo urgente y con todos, ahora el problema es que hay muchas diferencias con la posición del Gobierno y no sé si se podrá solucionar en el corto plazo. Creo que estirar el problema no es beneficioso y la prueba está en que por estirar y estirar ingresó al Congreso una ley espantosa, como la pago soberano y las consecuencias están a la vista”.
 
Lousteau dijo que Argentina a fin de siglo pasado, tuvo una depresión económica notable, con deflación, desempleo creciente y caída de actividad por déficit fiscal y tipo de cambio no competitivo “esto lo sintieron mucho las economías regionales”. El exministro de Economía agregó que “el Estado resurgió luego de esto, gracias a un efecto rebote que le dio recién a los 3 años y luego el gobierno comenzó a incentivar el consumo a través de mayor gasto público, gracias a la soja que valía más. Cuando se acabó la algarabía porque la soja bajó, en el 2009, fueron por los fondos de las AFJP y las estatizó; medida que se tomó de modo netamente populista, es decir subordinando el largo plazo al corto plazo” y agregó Lousteau “hoy nos endeudamos con el futuro, porque metimos mano en las reservas, vino el cepo y hoy nos financiamos con emisión”.
 
Cobos dijo que “el problema de inflación, de reducción de reservas, la baja en la balanza comercial afectan la macroeconomía, pero hay otro grave problema y es el de la energía. Hay un déficit energético que es de 7.000 millones de dólares, casi idéntico a la balanza comercial e importando petróleo por 14.000 millones de dólares. El Gobierno se encerró y nunca encontró la salida”.
 
Asistieron al acto los legisladores nacionales Luis Petri, Patricia Giménez, Enrique Vaquié, Laura Montero; legisladores, intendentes y concejales de la provincia y autoridades partidarias de la UCR de Mendoza.
 
 
Parlamentario.com 
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