Un nuevo estudio dice que el gen que les permite a los tibetanos lidiar con la vida en altitudes elevadas provino de una especie humana extinguida.
A la mayor parte de la gente, la falta de oxígeno como la que se da en las alturas de Tibet le produce enfermedades y derrames. Pero los tibetanos son conocidos por portar un gen especial que diluye la sangre que les permite procesar el aire fino.
Ahora, científicos de la Universidad de California Berkeley descubrieron una versión de este gen en el ADN del Denisovans, un pariente de los humanos modernos que vivió hace 50.000 años.
El único fósil conocido de Denisovan es un fragmento de un hueso de dedo encontrado en una cueva de Siberia.
Rastros del ADN de Denisovan también han aparecido en comunidades de China y Papúa Nueva Guinea.
Fuente: BBC Mundo