El buque oceanográfico Puerto Deseado (BOPD), iniciará la campaña de investigación en el banco Namuncurá o Burdwood, donde recolectará muestras del fondo marino para investigaciones científicas en el marco del proyecto Pampa Azul. El vicegobernador Juan Carlos Arcando, visitó la embarcación amarrada en el puerto capitalino y dialogó con autoridades, tripulación y científicos. La campaña también alcanzará la costa atlántica de Tierra del Fuego, donde estudiará las poblaciones de centolla y centollón.
El banco Namuncurá o Burdwood es una meseta marina que está ubicada a casi 200 km al sur de las Islas Malvinas. Se trata de acumulación de arenas, gravas y conchillas que esta en una profundidad de entre 50 y 200 m. También, se encuentran pendientes de unos 3 mil metros y su superficie alcanza los 17 mil kilómetros cuadrados. Se encuentra al norte de la placa tectónica Scotia y es la representación hacia el este de la Cordillera de los Andes.
Durante la mañana, el Presidente de la Legislatura, vicegobernador Juan Carlos Arcando, se entrevistó con las autoridades del buque y parte de su tripulación, quienes partirán en breve hacia su destino. Arcando señaló que es importante fortalecer la imagen de la capital fueguina, como puerta de acceso a las investigaciones científicas, desde el punto de vista geológico como biológico, en el mar argentino.
En este sentido, el Vicegobernador destacó el aporte que realizan, tanto la Armada Argentina como los distintos institutos científicos, entre ellos el CONICET y el Centro Austral de Investigaciones Científicas de Tierra del Fuego. “Este aporte científico, amplía las fronteras del conocimiento sobre nuestro territorio y lo que él encierra en los confines de sus límites”, dijo.
Durante la mañana de hoy, el capitán de fragata, Velazquez Pacheco, dio detalles sobre las distintas etapas que se cumplen, desde que el BOPD zarpó de Mar del Plata (Buenos Aires) y en su participación en la Campaña Antártica 2016-17. El navío fue sometido a reparaciones durante los dos primeros meses del año, “zarpamos el 3 de marzo y acribamos al puerto de Ushuaia el 3 de abril”, describió.
En ese mes, navegaron entre la Antártida Argentina y las islas Orcadas del Sur, “realizando trabajos de batimetrías”. Lo que hizo el buque fue “establecer cuál es la profundidad real existente en cada punto”, señaló. Esta información servirá para actualizar las cartas de navegación y proteger, con ese instrumento, el recurso marino. Información que es compartida con la comunidad internacional. Este trabajo también se hizo en la zona del banco Namuncurá o Burdwood.
La importancia del banco reside en su rol de barrera del flujo oceánico circumpolar y la turbulencia de sus aguas, genera un ascenso de nutrientes desde las profundidades y es la base para la producción de fitoplancton. En cuanto a la fauna, es una zona de gran interés comercial por ser el sitio de reproducción de especies como la polaca y la merluza negra y lugar de desove de la sardina fueguina.
Cabe señalar, que en 2013 con la promulgación de la Ley Nacional 26.875, creación del Área Marina Protegida Namuncurá – Banco Burdwood, nuestro país estableció la primera área oceánica protegida en la Zona Económica Exclusiva. La norma busca conservar una zona de alta sensibilidad ambiental y de importancia para la protección y gestión sostenible de la biodiversidad de los fondos marinos; promover el manejo sostenible, ambiental y económico, de los ecosistema marinos bentónicos de la plataforma continental; facilitar la investigación científica orientada a la aplicación del enfoque ecosistémico en la pesca y la mitigación de los efectos del cambio climáticos global, entre otras.
En este sentido, la dra. Laura Schejter sostuvo que “desde hace un par de años hay una serie de campañas que están intentando definir cuál es la riqueza que tenemos hoy”. Así, detalló la variedad de bancos de esponjas, jardines de corales y “una diversidad de fauna” que, según expuso, en algunos ordenes, es mayor que en otros lugares de la Argentina.
La científica, contó que durante la incursión en el Mar Argentino, realizarán varias investigaciones, desde el punto de vista oceanográfico donde averiguarán sobre temperatura, salinidad, corrientes marinas entre otros datos. Se espera comparar esos números con los valores históricos, para “ver si el calentamiento global está influyendo o no, en parámetros históricos”. También, tomarán muestras de la fauna microscópica como así también, “peces, erizos, estrellas de mar, corales”, entre otros, describió.
Los científicos quieren saber “qué es lo que tenemos para comprender que es lo que estamos conservando y cuales son los procesos biológicos y ecológicos que se desarrollan en el banco”, dijo esta mañana.
También colectarán muestras de agua “y sus condiciones, la red de fitoplancton se utiliza para colectar la base primaria de la cadena trófica, los pequeños crustáceos microscópicos” graficó.
La zona adyacente al banco también será muestreada, sobre todo por las distintas corrientes marinas que recibe desde la Antártida, de Malvinas que se mezclan con las aguas continentales. “Esperamos encontrar ahí, una transición de faunas conviviendo”.
Consultado por el Vicegobernador Arcando, Laura Schejter dijo que el CADIC trabaja en un proyecto sobre la población de centolla y centollón, de la zona de la costa atlántica fueguina. Abarcará desde la bahía San Sebastián, en el norte, hasta bahía Policarpo, en el sur, aproximadamente. “Se trata de uno de los puntos clave del muestreo, en la que se trabajará”, en las poblaciones de hembras y sus huevos.
Por su parte, el buque oceanográfico Puerto Deseado, forma parte del Consejo Nacional de Investigaciones científicas y Técnicas (CONICET) que es operado y tripulado por la Armada Argentina y el Servicio de Hidrografía Naval (SHN). Pertenece a la Unidad de Investigaciones Hidro Oceanográficas (UNIHDO) que gestionan tanto el centro de investigaciones como el Ministerio de Defensa de la Nación.
Del encuentro, participaron comandante de Agrupación de Buques Oceanográficos, Gabriel Galiazzi; el capitán de fragata, Luis Hernán Velazquez Pacheco y la dra. Laura Schejter, jefa científica de la expedición y la tripulación de la nave.