Tras años de quejas de usuarios de transporte público de taxis y remises, la secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Ushuaia, Yésica Garay, mantuvo un encuentro con prestatarios del servicio y anticipó que se prevé poder dar una respuesta a la falta de móviles para antes de finales de 2022. Sin embargo, a poco de ahondar en sus declaraciones se advierte la improvisación, el desconocimiento y la "sarasa" de parte de quien debe dar respuestas al reclamo de vecinos.
Garay afirmó que existen en Ushuaia 287 patentes de taxis y 180 de remises pero no tienen un número cerrado de cuántas más harían falta. Soslayó la necesidad de proceder con un estudio de mercado dada la demora que conllevaría dicho análisis para realizar la entrega de más licencias, incumpliendo con lo que determina la ordenanza municipal 5314 que determina en su artículo 6° que "El Departamento Ejecutivo Municipal determina la cantidad y periodicidad de las licencias a licitar mediante el estudio de mercado que el Municipio debe realizar en forma, conforme lo establece el artículo 101 de la Carta Orgánica Municipal". Este artículo de la Carta Magna, a su vez, establece que "El Municipio ejerce el control, seguimiento y resguardo de su calidad, procura la defensa y protección de los usuarios y consumidores, garantiza la prestación de los servicios públicos municipales indispensables y asegura las condiciones de continuidad, generalidad y accesibilidad para los usuarios. En materia de transporte público de pasajeros, la regulación cualitativa y cuantitativa estará relacionada a estudios de mercado que indiquen el equilibrio entre oferta y demanda que debe imperar".
No es menor el detalle que el último estudio de mercado se realizó en 2020 durante el período de aislamiento social y obligatorio en su fase más restrictiva, por lo que la demanda de transporte públicos estaba artificialmente disminuida como consecuencia de la cantidad de actividades que no funcionaban. No obstante, la progresiva apertura de actividades económicas normalizó la demanda, que se vio ante una oferta resentida (según declaraciones de autoridades del sindicato de los taxis) por la cantidad de choferes infectados con las variantes de Covid19 que fueron surgiendo.
La jornada laboral que deben cumplir los choferes de taxis es otro punto que genera discordia y que podría explicar la indiferencia del sector ante la demanda de los vecinos. Móviles que deberían cumplir 12 horas, repartidas en dos turnos, actualmente prestan el servicio la mitad de las horas o directamente no salen a la calle. En el caso de las agencias de remises, una solicitud de móvil desde la intersección de Don Bosco y Gobernador Paz a una histórica agencia ubicada en plena avenida San Martín, la demora puede llegar a media hora.
La implementación de tarifas diferenciales también resulta contradictoria. Durante los fines de semana y feriados, con la afluencia en mucha mayor medida de personas a bares, pubs y boliches bailables, el consumo de alcohol puede incidir en una mayor cantidad de accidentes y siniestros viales. Frente a esta posibilidad, fomentar el uso de transporte público de pasajeros debe ser una política pública del Municipio. La tarifa diferencial, en este aspecto, atenta contra la promoción del no uso de vehículos públicos. También resulta un perjuicio contra trabajadores que prestan servicios en franjas horarias nocturnas y que quedan expuestos a pagar de más por un servicio que no presenta absolutamente ningún diferencial respecto del servicio que brindan el resto del día.
Una alternativa que no puede ignorarse más y cuyo rechazo oficial debe modificarse, es el de servicios que brindan empresas como Uber o Cabify, que ya están en otras partes del país y brindan servicios de mayor calidad. De acuerdo a opiniones de vecinos de Ushuaia que han viajado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y han usufructuado el servicio de estas empresas, no sólo la calidad en cuanto a tiempos de espera ha sido ampliamente satisfactoria. Considerando que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene poco menos de 3 millones de habitantes y sus dimensiones son de 203 kilómetros cuadrados; en tanto que Ushuaia tiene una superficie de 23 kilómetros cuadrados y una población que no llega a las cien mil almas; la demora en la primera de un móvil no llegó a los 10 minutos, en tanto que en la segunda no baja de media hora en una abrumadora mayoría de casos. También estas aplicaciones poseen diferenciales de servicio, como la posibilidad de visualizar el recorrido que realiza el chofer antes de llegar y durante el trayecto del viaje que se ha solicitado. También se conoce la identidad del chofer que maneja el vehículo, así como también se puede otorgar un puntaje que permita calificar el servicio que se usufructuó. Ninguna de estas opciones son posibles bajo el anacrónico y antiquísimo servicio de taxis y remises que se presta en Ushuaia.
Se suele alegar que una de las razones por las cuales se producen estas demoras y deficiencias en el servicio, es la cantidad de vehículos que ofrecen servicios turísticos hacia la zona de los centros invernales en los valles o al glaciar Martial. Sin embargo, esto podría resolverse estableciendo que dicho servicio no sea efectuado por móviles de transporte público de pasajeros, dado que para eso existen agencias de turismo dedicadas al servicio. En esta línea argumentativa, no puede ignorarse que el Aeropuerto Internacional "Islas Malvinas" de nuestra ciudad es la única terminal aérea que no posee una línea de colectivos destinada exclusivamente al transporte de pasajeros que llegan a la ciudad y deben trasladarse.