Los relatos ilustrados de una joven patagónica, recorren el mundo a través de NatGeo, proponiendo contar el ambiente de Península Mitre. El impacto de sus trabajos habla de la importancia de las turberas para disminuir los efectos del cambio climático: Ya no es lo mismo que estén o no.
“Me encanta pensar que la fotografía es la posibilidad de vivir muchas vidas en una sola”.
Fue el inicio de la charla con la chubutense Luján Agusti, fotógrafa documental y narradora visual de proyección internacional, que desde hace unos años vive y trabaja en Tierra del Fuego. Desde 2018 viene respondiendo con éxito una pregunta que se hizo al conocer el ambiente de las turberas de Península Mitre: “¿Será posible narrarlas?”.
“Creo que mis raíces patagónicas hacen que sienta este territorio como mi lugar de tranquilidad, mi refugio… en ese proceso, la fotografía como mi herramienta de trabajo y esta vida se encuentran”, afirmó Agusti.
Agregó que “cuando conocí las turberas, lo que me pasó enseguida fue sorprenderme mucho de todo lo que sucedía en ellas. Siempre las asocié solamente con un terreno algo medio pantanoso y nada más. De repente descubrí que, eso a lo que no le prestaba atención, es muy valioso”.
Sucede que las turberas son un tipo de humedal, compuesto por musgos o por plantas vasculares que, a pesar de ser un ecosistema muy poco frecuente en Argentina, son los humedales más característicos en Tierra del Fuego, donde, de hecho, se concentra el 95 % del total a nivel nacional. Son escenarios sumamente frágiles y, además de otorgar características paisajísticas peculiares y ser el marco de actividades recreativas y turísticas, Península Mitre es el punto de mayor captura de carbono gracias a su gran extensión y la profundidad y la predominancia de la especie vegetal Astelia pumila, la cual absorbe 4 veces más carbono que otras especies.
El Proyecto
“NatGEO tiene una sociedad que otorga becas en diferentes ramas una es de storytelling para fotógrafos y fotógrafas. Presenté en 2018 y lo terminé hace poquito hace dos meses”, explica Agusti. En el Día Mundial de los Humedales de este año, la National Geographic (NatGEO) enseñó al mundo una narración visual (visual storyteller) desarrollada por Lujan, que hizo foco en las turberas fueguinas.
Si bien el proyecto original no tenía que ver con retratar exclusivamente Península Mitre, “fue justo el momento de la construcción de la ruta, el proyecto para que se haga reserva y empezó a cobrar más relevancia. Ahora que ya lo estoy viendo hacia atrás fue súper interesante”.
A través de esta investigación y posterior trabajo de campo, Agusti conoció que las turberas “son únicas en el mundo y en un punto geográfico que las hace muy prístinas y por eso cobran mucha relevancia. Son las más grandes de Sudamérica. Eso las ubica en un lugar medio mágico. Uno no tiene tan presente el sitio maravilloso en el que vivimos, pero para el resto del mundo es increíble”, resaltó la fotógrafa.
La aparición de su historia ilustrada coincidió con cierto reconocimiento mundial de la relevancia de las turberas. “Este año en la COP26 se abrió un pabellón dedicado exclusivamente turberas, en donde disertó la ingeniera fueguina Adriana Urciuolo, la única disertante argentina. De repente a nivel mundial se está hablando más de las turberas”.
El feminismo como columna vertebral de su obra
Puede sonar forzado ese concepto, sin embargo, desandando en la charla descubrimos la particular mirada de esta joven artista sobre el ecosistema fueguino tan preciado.
“A mí me gusta pensarlo como que son las antiheroínas no hegemónicas” sostiene Lujan. Porque “todo el mundo conoce los bosques, los nenes los dibujan, hay todo un imaginario en lo audiovisual del bosque y de la necesidad de cuidarlo. Desde esa idea de proteger aquello instalado como bello, atractivo. Pero creo que hay algo más que eso y se da con estas antiheroínas que son las turberas. No son atractivas, no inspiran dibujos, pero son sumamente valiosas y es importante que se conozca la riqueza que poseen”.
Para la fotógrafa, en Tierra del Fuego se está “dando un proceso de concientización colectivo, un cambio de paradigma que va modificando un poco nuestra percepción. Puedo ver cómo eso va cambiando y se empiezan a valorar más y la gente quiere venir a conocer y saber”, explicó Agusti.
“Es tan claro que cuando nos ponemos de acuerdo y tiramos juntos, las cosas salen. En la medida que seamos conscientes del poder que tenemos de manera colectiva, va a ser más difícil para quienes tienen otras intenciones desde del otro lado”.
Sobre el proyecto de ley que busca proteger al ambiente de la Península como Área Protegida, Lujan considera que le “parece fundamental que haya una ley que regule. Hace falta que la actividad humana que se vaya a encarar en el área”, ya sea “relevamientos, excursiones o exploraciones se hagan en un marco donde haya responsabilidad”.
“Una va a fotografiar con preconceptos e ideas”, confiesa la madrynense. “Cuando conocí las turberas, lo que me pasó enseguida fue sorprenderme mucho de todo lo que sucedía en ellas. Son parte de nuestro paisaje, estamos atravesados por turberas todo el tiempo en esta ciudad. Creo en esa carga mágica que tienen”.