El Gobierno confirmó la finalización del congelamiento de las cuotas de créditos hipotecarios UVA vigente desde agosto de 2019 y un plan de pagos para el saldo acumulado desde entonces, en un esfuerzo que compartirán bancos y deudores. Así lo informó el Banco Central, al indicar que aplicará la teoría del “esfuerzo compartido”. Según la entidad que conduce Miguel Pesce, acordó con el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación Argentina implementar un mecanismo de compensación para amortiguar el incremento que deberían afrontar en febrero las cuotas de los deudores hipotecarios UVA.
La finalización del congelamiento establecido a partir del mes de agosto del 2019 por el gobierno anterior, implicaría un incremento del 26 por ciento en las cuotas.
A fin de evitar un aumento tan pronunciado, se implementará un esquema de bonificación que distribuirá en un lapso de 12 meses el alza que debía imputarse a partir del mes de febrero.
Para garantizar este proceso de convergencia y en consonancia con el criterio del esfuerzo compartido establecido en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, las entidades financieras aportarán un total de $1.411 millones durante el plazo de vigencia del mismo.
Ejemplo del esquema de convergencia de las cuotas:
– Considerando un crédito con una cuota de $ 12.000, el incremento del 26 por ciento previsto implicaría un salto en la misma hasta los $ 15.100 establecidos por la cuota contractual para febrero de 2020. En el marco del mecanismo de convergencia, la cuota se incrementará a $12.600 (+5%).
– Si se considera el crédito máximo al que accedieron los beneficiados por el congelamiento, la cuota debería pasar de los $24.300 en enero a $30.700 en febrero (+26%). Con el mecanismo de convergencia, el monto a pagar en febrero será de $25.700 (+6%).
También se decidió que en caso de que la cuota a pagar supere el 35% de los ingresos familiares acreditados por los deudores, las entidades financieras deberán establecer un esquema que atienda puntualmente estos casos.
Producto de las políticas crediticias implementadas por el gobierno anterior, el peso de los créditos hipotecarios UVA recayó, en su mayor parte, en los bancos públicos. El costo del congelamiento ($ 690 millones desde setiembre 2019 a enero 2020) se financió utilizando los fondos del fideicomiso PROCREAR, un instrumento originalmente diseñado para construir viviendas.
Según el relevamiento realizado por el Banco Central de la República Argentina, existen en la actualidad un total de 105 mil deudores hipotecarios UVA, de los cuales 95 mil corresponden a préstamos de hasta 120 mil UVAS y para vivienda única.