El Golvnin, que es uno de los buques que realiza el reaprovisionamiento de las dotaciones argentinas en la Antártida, finalmente puso proa -en medio de un mar embravecido- hacia la Base Carlini luego de dos jornadas de intenso trabajo en las islas Orcadas del Sur.
El Golvnin, que es uno de los buques que realiza el reaprovisionamiento de las dotaciones argentinas en la Antártida, finalmente puso proa -en medio de un mar embravecido- hacia la Base Carlini luego de dos jornadas de intenso trabajo en las islas Orcadas del Sur.
La situación climática de las últimas horas llevó al capitán a reducir la marcha de tal manera que una distancia que en situaciones normales debía cubrirse en 1 hora y media lleve casi 5.
El barco, que durante días gozó de mares planchados y vientos de popa que lo empujaban hacia su primer destino, ahora recibe el viento de frente con ráfagas de hasta 50 nudos, casi 100 kilómetros por hora.
La distancia desde Orcadas hasta Carlini es de 320 millas náuticas, que en climas ideales se pueden recorrer en menos de dos días aunque, por lo cambiante de la situación atmosférica, se hace imposible arriesgar una fecha de llegada.