El Código Polar, obligatorio para los buques que naveguen en aguas árticas y antárticas, entró en vigencia el 1 de enero de 2017, informó el Gobierno de la Provincia. Su elaboración se sustenta en que el transporte marítimo polar crecerá y se diversificará en los años venideros y, por ello, es necesario dar una respuesta a estas nuevas necesidades sin poner en peligro la seguridad de la vida humana en el mar o la sostenibilidad del medio ambiente polar.
Los buques que navegan en estas regiones están expuestos a riesgos como malas condiciones meteorológicas y la relativa falta de buenas cartas de navegación, de sistemas de comunicación y de otras ayudas a la navegación que plantean dificultades a los navegantes, las bajas temperaturas y el hielo, entre otros.
Con el propósito de abordar todos estos asuntos, el Código Polar establece normas que abarcan la gama completa de proyecto, construcción, equipo, funcionamiento, formación y la protección del medio ambiente de las cuestiones que se aplican a los buques que naveguen en las aguas inhóspitas que rodean los dos polos.
Según las prescripciones de seguridad de carácter obligatorio recogidas por el Código, los buques que operen en estas aguas deberán contar a bordo con indumentaria térmica protectora, equipo para retirar el hielo, botes salvavidas completamente cerrados, así como la capacidad de garantizar la visibilidad en condiciones de hielo, lluvia congelante y nieve. Las reglas abarcan incluso los materiales utilizados para la construcción de los buques destinados a operaciones polares, y todos los buques deberán tener doble casco.
Desde un punto de vista medioambiental, el Código prohíbe o limita estrictamente las descargas de hidrocarburos, productos químicos, aguas sucias, basuras, desechos de alimentos y muchas otras sustancias.
El Código Polar hará que sea más seguro navegar u operar en las aguas polares, contribuyendo a proteger las vidas de las tripulaciones y los pasajeros. También facilitará un régimen sólido que minimice las repercusiones del transporte marítimo en unas regiones que se encuentran en perfecto estado de conservación.