La salida del Reino Unido de la Gran Bretaña de la Unión Europea abrió un sinfín de incógnitas para aquellas colonias que, como las Islas Malvinas, dependen en gran medida de los beneficios arancelarios en el comercio con otros países de la Eurozona. Recordemos que el 29 de marzo de 2017 el Reino Unido notificó al Consejo Europeo su intención de abandonar la UE, activando así oficialmente el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. Si bien esta salida pactada tiene un período de transición q
La salida del Reino Unido de la Gran Bretaña de la Unión Europea abrió un sinfín de incógnitas para aquellas colonias que, como las Islas Malvinas, dependen en gran medida de los beneficios arancelarios en el comercio con otros países de la Eurozona. Recordemos que el 29 de marzo de 2017 el Reino Unido notificó al Consejo Europeo su intención de abandonar la UE, activando así oficialmente el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. Si bien esta salida pactada tiene un período de transición que regirá hasta el 29 marzo de 2019 y solo se extenderá hasta fines de 2020. Desde las islas viven este proceso con incertidumbre, en el caso de las cuotas de pesca para exportar a países de la UE o las inversiones de empresas pertenecientes a coronas del viejo continente podrían verse perjudicadas, sobre todo porque con dicha salida modificaría el esquema de comercio de las islas dado que los productos ajenos a la UE se les aplicaría un arancel que varía entre el 6% y el 16%, por tanto se puede ver la seriedad del asunto.
En este contexto, la política de relaciones carnales que el gobierno de Mauricio Macri lleva adelante con respecto a Malvinas podría ser un soplo de aire fresco para los isleños que ven cuán beneficiados de repente se ven con la llegada de Cambiemos al poder y la llegada de nuevos vuelos que permiten mejorar las comunicaciones de los habitantes de las Islas y anudar un vínculo comercial con el continente. El Pacto Roca – Runciman de los años 30 que sometió comercialmente a la Argentina a los intereses británicos, no sólo es una lección de historia: es parte de una nueva realidad que podemos vivir en esta era cambiemita.
Nota publicada originalmente en Shelknam Sur (Ushuaia)