El presidente de la Comisión de Minería, Energía y Combustibles del Senado, Guillermo Pereyra, considera que el Gobierno nacional “no se va a arriesgar a enviar el proyecto al Congreso sin la anuencia de los gobernadores”.
– ¿En qué estado están las negociaciones entre la Nación y las provincias por la nueva Ley de Hidrocarburos?
– Se está negociando el acta que puso a disposición el Poder Ejecutivo a las provincias productoras de petróleo. Éstas la tomaron y la estudiaron en reuniones fuera del ámbito de la Casa de Gobierno. Están avanzando con otro proyecto como alternativa para poder discutirlo. Pero hay muchos problemas. Por ejemplo, la resistencia de YPF al “carry”, que es una participación de las empresas provinciales. Yo digo que YPF es una empresa concesionaria, nada más, como cualquier otra. No puede poner condiciones. Si las provincias tienen empresas provinciales de energía, tienen todo el derecho de participar como lo están haciendo. Si a las empresas que van a un área a licitar les ponen como condición que vaya la empresa provincial y eso no les gusta, que no participen, que se retiren, como lo hizo YPF en Mendoza. Esta es la libertad de movilidad que deben tener las provincias como titulares de los recursos. Esto no es una idea de las provincias, sino que es la “ley corta”, adaptada a la Constitución nacional del ’94.
– ¿Cree que se podrá consensuar un proyecto?
– En esto si se respeta la soberanía de las provincias, se va a llegar a un acuerdo, no me cabe la menor duda. Pero de otra forma, si se quiere aplicar la mayoría que tienen (el kirchnerismo) en el Congreso, no va a servir de nada porque -el proyecto- tiene que ir a las legislaturas, y no va a ser aplicable. Hace falta consenso. En este caso, senadores oficialistas que aspiran a ser gobernadores, ¿qué van a decir en su provincia cuando vayan? El Gobierno no se va a arriesgar a enviar el proyecto al Congreso sin la anuencia de los gobernadores. Pero tiene que haber una ley de promoción a los inversores. Si vienen a explorar un área, no puede ser que se les cobre todos los impuestos sin saber el resultado de la exploración. Esto se puede hacer por etapas: cuando están en la etapa de desarrollo y ya saben el resultado de la exploración, ahí se les puede cobrar el IVA.
– ¿En qué consiste la contrapropuesta de los gobernadores? ¿Es más un régimen de incentivo?
– Claro, es un régimen de incentivo, de promoción al no convencional, porque el borrador que elevó la Nación se basaba en todas las condiciones que las provincias debían poner. Por ejemplo, los Ingresos Brutos no pueden ser más del tres por ciento, cuando en Neuquén se está cobrando 3, 5 por ciento y otras provincias llegan hasta el cinco por ciento. También está el tema de la Ley de Sellos: en Neuquén lo que ingresa de impuesto a los sellos y de los Ingresos Brutos son más de tres mil millones de pesos anuales, y un 75 por ciento corresponde a la actividad petrolera. Yo me pregunto quién va a financiar esto que dejaría de recibir la Provincia. Por otra parte, no se le puede poner un tope a las regalías, porque los recursos son de las provincias. Sobre el canon, ¿cómo que no hay que cobrar canon? Si yo tengo reservas y sé que viene una empresa que ganó la licitación, debe pagar el canon por lo que hay comprobado en el yacimiento. ¿Quién hizo la inversión? La Provincia. Fíjese que YPF -porque éste es el proyecto de YPF, el proyecto de (Miguel) Galuccio- le cobró 300 millones de dólares de canon a Chevron por el ingreso al yacimiento de Loma Campana, un yacimiento chico, de 20 kilómetros nada más, en Loma Campana que son 12 mil kilómetros cuadrados: “haz lo que yo digo y no lo que yo hago”. Por otra parte, en el borrador se incluye que los trabajadores deben adaptar su rotación, sus condiciones de trabajo, su salario a este futuro proyecto. El que elaboró esta acta debe saber que los trabajadores tienen convenios colectivos de trabajo. Además, a las refinerías chicas las están borrando del mapa, estamos en un conflicto serio con el riesgo de 470 despidos. Si despiden a los trabajadores, se paraliza toda la actividad.
– ¿Puede que el gobernador Sapag, quien lleva la voz más crítica, termine siendo presionado?
– El gobernador Sapag está llevando bien el proyecto. No hay motivo para que lo puedan presionar. Yo con Sapag puedo tener diferencias políticas, pero en este momento estamos juntos, en la misma vereda, porque estamos para defender los intereses de todos los neuquinos. Yo no voy a permitir que se presione al gobernador. Pero no hay forma de condicionarlo: la provincia de Neuquén es una provincia que no tiene que ir a golpear las puertas a la Casa de Gobierno para pagar los sueldos o los aguinaldos.
Por Carolina Ramos, para Parlamentario.com