Así lo consideraron los diversos profesionales que integran el equipo de hisopadores de la provincia que realizan los testeos desde octubre de 2020 en las escuelas de Ushuaia, entendiendo que “son uno de los principales eslabones desde el comienzo de la pandemia”.
Bioquímicos, médicos y kinesiólogos integran la nómina de profesionales que día a día realizan los test rápidos en los diversos establecimientos educativos.
Todos los días desafían la tarea y la exposición al virus. Dialogan con los vecinos y vecinas que presentan la infección, realizando una entrevista rápida para detectar factores de riesgo o situaciones que requieran de una asistencia inmediata por el sistema de salud.
Esta política de Estado es un paso fundamental para acercar el sistema de salud a los vecinos que tienen la enfermedad, permitiendo reducir los tiempos para el diagnóstico y de esta manera disminuir la propagación del virus y una asistencia temprana a los vecinos.
Los pacientes sintomáticos son citados luego de ser seleccionados por los médicos reguladores entre todos los llamados que recibe el 107 porque cumplen con los criterios de síntomas por infección por SARS-CoV-2 que produce la enfermedad COVID-19.
La modalidad se implementó desde octubre de 2020 luego de haber recibido una capacitación desde Nación. El hisopado con test rápido facilita la detección temprana de las personas que tienen COVID positivo y mejora la calidad de prevención de toda la sintomatología, generando el aislamiento de la persona.
“La actividad necesita de voluntad y constancia” fue la definición que utilizó el bioquímico Miguel Arévalo, en representación de todo el personal. “La exposición que tenemos al virus es mayor, por lo que se necesita de esas dos características”.
En este trabajo constante, el Profesional relató que “inicia el domingo a la tarde cuando recibimos el listado de las personas que debemos hisopar al otro día, y finaliza el sábado -cerca del mediodía- porque luego del testeo hay que condensar los resultados y pasar los informes”.
“Los casos positivos son derivados a epidemiología y médicos de seguimiento y los negativos al laboratorio que son los encargados de procesar la segunda muestra para el PCR” agregó.
Por otra parte, destacó la responsabilidad de cada persona que se acerca al lugar, por cumplir con el horario y fecha que se le asigna. “Nos aseguramos el distanciamiento entre cada silla, la circulación de aire y los descontaminamos al ingresar con alcohol al 70 por ciento. Siempre el objetivo es que las personas estén tranquilas y asegurar menor exposición al paciente”.
Asimismo comentó que “al inicio de cada jornada explicamos a los pacientes en qué consiste el procedimiento que vamos a realizar; por qué fueron sentados en esa silla, que se queden tranquilos que la identidad de la muestra que va en ese tubo corresponden a ellos, cómo se toma la muestra, en qué zona, con qué hisopos que son flexibles”.