La dirigente de la Unión Cívica Radical (UCR), Natalia Jañez, se refirió este lunes a la situación política que está atravesando el país y a los últimos cambios realizados en el Ejecutivo Nacional. Encuadró su diagnóstico en la decisión del Presidente de convocar al líder de la Cámara de Diputados, Sergio Massa para que comande el Ministerio de Economía e hizo hincapié en la necesidad de marcar un rumbo político para superar la crisis.
“Cuando el gobierno decidió darle el Ministerio de Economía a alguien que profesionalmente proviene del Derecho y no de la Economía, dio por sentado que el problema era político más que económico. De hecho, la baja de los dólares paralelos a precios que rondan los $290, tiene que ver con una expectativa que descansa más que en las capacidades económicas de Massa, en sus habilidades políticas”, señaló Jañez, reforzando que al ser un problema de este tipo “hay que estabilizar el sistema político, apuntar a una dirección de salida de la crisis que sea creíble para todos los actores de la economía: desde los simples consumidores que van a un almacén, hasta los empresarios que producen a nivel industrial. Chicos y grandes, todos adentro”.
“Lo que produce la crisis es un problema general de caos, de falta de camino, de ausencia de una hoja de ruta: ahí está la tarea de la política. La política tiene que venir y decir: “vamos hacia allá, en ese lugar está el futuro que necesitamos para salir del presente que padecemos”. Justamente porque el futuro se nos hace absolutamente impredecible e incierto, es que el presente toma la forma de algo tan desordenado. Necesitamos un mínimo de previsibilidad”, destacó.
Poniendo especial énfasis en que “si tuviéramos que decirlo en términos de gestión, diríamos que necesitamos que a la crisis la gobierne el Estado y no los problemas estructurales. Necesitamos que la política gobierne la crisis, y no que la crisis gobierne a la sociedad”.
Sobre la nueva composición del Ministerio de Economía y la injerencia de la vicepresidenta, Jañez marcó que “si la política sigue esquivando las soluciones, si la dirigencia legitimada democráticamente apuesta por su éxito electoral o por su coherencia ideológica en vez de elegir el bienestar de nuestra comunidad, de nuestro país, entonces probablemente debiéramos tener una idea suspicaz y de sospecha y preguntarnos por qué Cristina Fernández se niega a darle a Massa los elementos necesarios para poder afrontar cabalmente las decisiones que un país con una inflación del 64% y en ascenso, y con una pobreza que ya supera holgadamente el 50% necesita”.
“La hora demanda la gestualidad de la política, pide un rumbo, diálogo. Demanda más que un shock económico, un shock político que rehabilite al sistema político para que recupere la potencia de decidir y de conducir la crisis. Lo que trasluce la crisis económica que padecemos, más que un problema técnico propio de la economía, es un déficit de conducción política. Indudablemente se han cometido errores desde la planificación económica, pero la profundidad estructural de nuestros problemas viene pura y exclusivamente de la política”, sentenció la también referente de Evolución Radical en la isla.