El presidente de la Camara Fueguina de la Industria (CAFIN), Alberto Garófalo, se refirió a las medidas anunciadas por el Ministerio de Economía de la Nación. “Hay empresas prácticamente sin stock ante la escasez de insumos para la producción. Las medidas no tienen que ver específicamente con el tema importaciones, pero hace un par de semanas largas hay dificultades para acceder a los insumos. Esto era sabido, se le ha pedido paciencia a la industria y la situación tendría que mejorar a mediados de septiembre, cuando desaparece la presión que genera la importación de energía sobre los dólares. Veremos cómo se sigue, pero hoy está saliendo poco o nada de lo que tienen las industrias”, dijo.
En una entrevista que brindó a Radio Universidad 93.5 de la ciudad de Río Grande, Garófalo informó que “No todas están en la misma situación, algunas tienen stock de insumos y otras a las que no les aprobaron las SIMI (Sistema de Información de Monitoreo de Aduanas) están prácticamente sin stock. Estamos tratando de que nos den algún grado de prioridad para los insumos industriales. Se ha definido que no deberían faltar para la industria automotriz y pretendemos que para Tierra del Fuego haya algún cupo asignado, pero todavía no hemos tenido éxito”, lamentó.
Advirtió que “esto puede generar problemas, porque hay empresas que no van a poder aguantar sin importar materia prima hasta mediados de septiembre, sobre todo las más chicas. La restricción de dólares hace que la opción a esto sea ir por un mercado que no es el oficial, pero generaría un problema para las empresas y un efecto devastador sobre los precios”.
“Calculo que la demanda de dólares debe andar en los 2.500 ó 2.800 millones anuales y la realidad es que la industria fueguina es muy dependiente del insumo importado. En el caso de la industria automotriz, el 70% de los insumos son importados y es una actividad con un volumen más grande que el nuestro. Ellos representan el 14 o 15% del PBI industrial y nosotros estamos cerca del 2%”, comparó.
Por otra parte, en relación al impacto por la quita del subsidio al gas, dijo que todavía “no está claro cómo va a quedar porque los anuncios que hubo se refieren a la segmentación de la tarifa de gas domiciliario. No hay información clara de lo que va a pasar con el sector industrial. Imagino que se verá afectado por algún tipo de ajuste, pero no como los residenciales”.
Respecto del Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP), afirmó que “todas las empresas han presentado su adhesión, la Secretaría las está estudiando y está pidiendo información adicional. El lunes aparentemente salió la aprobación para una empresa electrónica que no es asociada a nuestra cámara, y esperamos que en esta semana y la que viene empiecen a aparecer las autorizaciones y se defina la cuenta para que las empresas empiecen a aportar al fondo. Hay varias cosas para definir, porque hasta hoy no tuvimos ninguna noticia del comité ejecutivo, y tampoco sobre la composición definitiva del consejo asesor”, sostuvo.
También se refirió a la situación que atraviesa el sector textil, alegando que “Con el Ministro de Producción no hemos tenido avances. Sabemos que (Daniel) Scioli ratificó al secretario de Industria, el licenciado (Ariel) Schale, y hace una semana nos dijo que durante el mes de julio iba a convocar a las textiles. Hasta ahora ninguna fue convocada, pero estamos a mediados de mes y esperemos que en estos 15 días se acelere el proceso. Tenemos una versión oficiosa de que la primera convocatoria sería a las cámaras, para que la discusión no sea con nombre y apellido y se pueda conformar el marco en el cual se puede acceder al plazo plurianual del que habla el decreto de prórroga. Aparentemente la primera reunión sería con CAFIN y con la UIF”, barajó.
“En realidad a las textiles hoy les preocupa más el no acceder a los insumos que la prórroga que les puedan dar. Es muy desalentador no tener acceso a la materia prima. Muchas de ellas necesitan licencias no automáticas, que es el trámite para obtener las SIMI y se ha hecho bastante tortuoso, pero además la intervención del Banco Central hace que discriminen cuál sería el plazo de financiamiento obligatorio que debe obtener una empresa para poder girar al exterior. El plazo más benévolo son 180 días a partir de la fecha de embarque. Si tenemos en cuenta que se está embarcando a los 60 días, con 180 días más estamos en 240, y es un plazo de financiamiento inalcanzable para cualquier empresa nacional. Todo esto es para tener acceso al dólar oficial y, si no hay acceso al dólar oficial, la empresa que necesita insumos va a tener que recurrir al contado con Liqui, que hoy está a 300 pesos. Es inevitable que esto produzca un aumento de los productos”, concluyó.