La vicegobernadora de la provincia Mónica Urquiza y funcionarios del Ejecutivo provincial, recibieron la visita del Padre Pepe Di Paola, quien llegó a la provincia en el marco de la peregrinación por los 15 años del Hogar de Cristo.
El Padre preside la Federación Familia Grande Hogar de Cristo, y en el marco de la Peregrinación por los 15 años del Hogar, recorre todo el país con el lema: ´Ni un pibe menos por la droga.
Cabe destacar que participan de la peregrinación, integrantes de diversos centros barriales que trabajan dando respuesta a situaciones de vulnerabilidad social y consumo problemático; quienes durante el viaje trasladan a la Virgen de Luján.
En la ciudad de Río Grande, el sacerdote realizó distintas visitas donde acercó su misión; así como también presentó los libros de su autoría “Cuerpo a Cuerpo” y “El deporte en la cultura del encuentro-Deporte y Fe”; en el Centro Cultural Yaganes donde estuvieron presentes numerosos fieles y la Ministra de Obras y Servicios Públicos, Gabriela Castillo.
La recorrida continuó por la localidad de Tolhuin, y concluyó en la capital fueguina donde el miércoles la vicegobernadora Mónica Urquiza asistió a la peregrinación de la Virgen, realizada desde el ingreso de la ciudad hasta la Plaza Islas Malvinas.
Finalmente, este jueves por la tarde en Casa de Gobierno, el Padre y 60 peregrinos y peregrinas fueron recibidos por la Vicegobernadora y los ministros de Desarrollo Humano, Marcelo Maciel; la ministra de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Adriana Chapperón y la ministra de Obras y Servicios Públicos, Gabriela Castillo.
Allí se le entregó al Padre el decreto de Huésped de Honor y el certificado Honor a la Federación Familia Grande Hogar de Cristo.
Al respecto, la vicegobernadora agradeció la visita del Padre y los peregrinos, y expresó que “los recordaremos con mucho cariño, esperando que no sea la última vez que vengan a Tierra del Fuego”.
Por su parte, el Padre ´Pepe´ dijo que “estamos más que contentos de estar en esta provincia y que nos reciban a todos los misioneros, donde pudimos unir el norte con el sur con una misma frase que es la de pensar en una Argentina sin drogas; donde los jóvenes puedan estar cuidados y los niños puedan crecer sanamente. Esta es una tarea de todos, no solamente del poder político sino de todos nosotros, de las escuelas, los clubes, las capillas. Tenemos que poder arremangarnos como todos los centros que estamos visitando en el país y recuperar a aquellos que ya cayeron. No hay nadie mejor que nuestros misioneros para testimoniar que es posible salir adelante”.