Las Hijas de María Auxiliadora, obra de Don Bosco, cumplieron 120 años de vida institucional, misionera y educativa. Destacaron la presencia de exalumnas y recordaron a las pioneras que llegaron en 1895. Claudia Andrade, exalumna de la institución, resaltó el camino solidario de la orden de Don Bosco y la madre María Mazarello en Tierra del Fuego.
Esta noche, la directora del instituto María Auxiliadora, la hermana Severina Padoín presidió el acto central junto a la gobernadora María Fabiana Ríos; el vicegobernador, Roberto Crocianelli; y los legisladores Pablo Blanco (UCR) y Claudia Andrade (MPF); concejales; alumnos y familiares.
Al momento de recordar la llegada de la orden a Tierra del Fuego, la hermana María Piccone recordó que “Río Grande comenzó a ser la que es, mucho antes”, dijo al público que asistió al acto en el gimnasio de la institución. “Cuando crecían sus raíces y se abrían paso a través del tiempo, por la acción de muchas personas nacidas en la tierra o venidas de lejos”.
“Entre ellas”, sostuvo, “en 1895, llegaron las Hijas de María Auxiliadora, que se asentaron en la Misión Salesiana, fundada poco antes. También ellas, junto a otros, fueron forjando la figura de Río Grande; como nosotros somos hoy, las raíces de la ciudad del futuro”, sostuvo.
Acto posterior, fueron el Parlamento y el Ejecutivo fueguino, quienes entregaron un presente recordatorio, y con posterioridad los legisladores Blanco y Andrade hicieron lo propio. Cabe resaltar, que se destacó la participación de la familia salesiana del colegio Don Bosco y Misión Salesiana.
Las religiosas Luisa Ruffino, Rosa Massobrio y Rosa Gutiérrez llegaron a Río Grande provenientes de Punta Arenas, Chile, el 3 de abril de 1895. “El espíritu misionero sigue vivo en nosotras, es parte de nuestro carisma; ellas plantaron esta misión antes de que se fundara la ciudad, antes de que se poblara y antes de que haya el asfalto”, reconoció la hermana María Piccone.
Al finalizar el acto protocolar, alumnos de todos los niveles educativos de la casa, presentaron sendos números artísticos, en ellos recrearon cada parte de la llegada de las Hijas de María Auxiliadora. Se destacó la música patagónica y la interacción entre las religiosas y la etnia originaria selk’nam.
En diálogo con Prensa Legislativa, la legisladora Claudia Andrade resaltó los valores de solidaridad que inspira esa orden religiosa y recordó haber ingresado al colegio salesiano a la edad de 14 años. En este sentido, rememoró los valores inculcados por la obra de Don Bosco.
En otro orden, también relacionó la ayuda que se manifiesta entre los miembros de la comunidad salesiana. “Bajo una estela de solidaridad, fue recordado por la directora Graciela Pesce, que tuvo la Misión Salesiana en oportunidad haberse detectado el riesgo generado por la contaminación de una estación de servicio, lo que imposibilitó el dictado normal de actividades” Andrade, sostuvo que ese hecho, ha marcado a toda la comunidad salesiana en los valores de la orden.
“Se trabaja con los alumnos, no solamente en la faz educativa, sino en la contención social. Son hermanas que, no solamente están en la institución, sino que trabajan en distintos puntos de la ciudad donde llevan un trabajo social importante”, relató la Parlamentaria, al finalizar el acto.
Al finalizar, Andrade coincidió en la importancia de la institución al ser pionera en el viejo pueblo, antes de la fundación oficial de 1921, como colonia agrícola. “Es muy importante, son 120 años. Son muchos años de sacrificio y de momentos complejos. Hoy podemos vivenciar que han salido airosas de todas las pruebas”, finalizó.