La Secretaría de Pesca y Acuicultura, dio a conocer que, en los últimos análisis realizados por la Dirección General de Laboratorio de Toxinas y Microbiología, los indicadores de toxinas en moluscos bivalvos, superan ampliamente el nivel máximo permitido para su consumo seguro, acercándose al valor considerado como máximo histórico de la última década.
Cabe destacar que, desde enero se encuentra establecida la veda de recolección, comercialización y consumo de moluscos bivalvos, por haberse detectado marea roja en la zona de Puerto Almanza y Punta Paraná, pertenecientes al Canal Beagle.
Si bien la veda está referida a las zonas productivas de Punta Paraná y Bahía Brown, de Puerto Almanza, es importante recordar que fuera de las misma está vigente la prohibición permanente de recolección de moluscos bivalvos para consumo en el resto de las costas de la provincia, es decir, la recolección espontánea y la práctica conocida como «marisqueo» dado que, por los altos niveles de toxina, cualquier tipo de ingesta es causa de muerte en el ser humano.
El Director General de Pesca Artesanal, Acuicultura y Desarrollo Pesquero, Ernesto Eduardo López comentó sobre cómo se fue llegando a esta situación y especificó que “desde el mes de enero, el laboratorio de toxinas nos venía manifestando su preocupación debido a que se había detectado un pico notorio en los niveles de toxinas, pasando de un estado ‘no detectable’, a obtener indicadores con valores elevadísimos”.
“Esa tendencia, ya transcurrida tres semanas, se exacerbó llegando a valores históricos de hace una década atrás para la zona del Canal Beagle; para dar un ejemplo concreto, de concentraciones inferiores a 800 microgramos de toxinas por Kilo de carne de moluscos (límite máximo para el consumo humano), hoy estamos en cientos de miles”, alertó.
Asimismo, el funcionario aseguró que en uno de los monitoreos que la Secretaría de Pesca realiza habitualmente, se encontraron 7 cormoranes y 1 pingüino muerto en Bahía Brown.
Sobre ello, López afirmó que “hemos enviado los ejemplares encontrados al CADIC para que sean analizados y determinar la causa de su muerte; si bien no se puede confirmar hasta tener los resultados de los estudios, vemos como una posibilidad que esas pérdidas hayan sido producto de los niveles exageradamente altos de toxinas en los moluscos bivalvos”.
“Los alarmantes niveles de toxinas en la carne de los mejillones, han traspasado los límites de tolerancia, incluso hasta podría verse afectada la fauna local. Las muestras de las aves muertas, se van a conservar y serán enviadas a Puerto Madryn, donde se encuentra una unidad científica especializada, que se encargará de detectar si las muertes fueron provocadas por la toxina o por otra causa” detalló.
La Secretaría de Pesca se encuentra en permanente diálogo con entidades científicas para determinar si la emergencia se extiende a la fauna de la provincia. A su vez, se está instalando cartelería ilustrativa, tanto en la zona de Puerto Almanza, como así también en el Parque Nacional, donde también se encontró la presencia de altísimos niveles de toxinas.
Asimismo, se recomienda a la población que actualmente, en el caso de adquirir moluscos bivalvos mediante compra, cuenten con el etiquetado de origen, con fecha y lugar de recolección previo al establecimiento de la veda.
Puesto que la marea roja se trata de un fenómeno periódico, cuando éste deje de producirse y los mariscos estén en condiciones de ser comercializados, hacerlo sólo con productores habilitados, teniendo en cuenta que los mismos están sujetos a las medidas sanitarias pertinentes y respetan la trazabilidad de sus productos; en caso de compra, solicitar la guía de tránsito para cerciorarse sobre la procedencia del producto.